La Agencia Tributaria inicia los traslados al edificio del Consell en Blasco Ibáñez

La Agencia Tributaria, en virtud del plan para la reducción del gasto público y mejora de la eficiencia iniciado a principios de año, trasladará en los próximos días las oficinas de inspección de la plaza de Ciudad de Brujas de Valencia al edificio Mestalla en la avenida Blasco Ibáñez. El inmueble albergaba la antigua sede de la Conselleria de Infraestructuras y fue arrendado a la Generalitat por la entidad dependiente del Ministerio de Hacienda por un millón de euros al año.

Según informó el ministerio de Hacienda en un comunicado, el traslado será plenamente efectivo el próximo lunes. En una segunda fase, a mediados de septiembre, se trasladarán al mismo edificio las oficinas de Inspección hasta ahora situadas en la avenida Marqués de Sotelo y la unidad regional de gestión de grandes empresas, ahora ubicada en la calle Avellanas.

El proceso se ultimará a principios de diciembre con el traslado de las oficinas de la dependencia regional de recaudación situadas también en Marqués de Sotelo al edificio Mestalla.

Estos traslados se enmarcan en una reorganización general de las oficinas de la Agencia Tributaria en Valencia que se inició en enero de 2013 con la apertura del edificio situado en la calle Jesús. En ese momento se trasladaron las dependencias de aduanas, gestión tributaria, informática y la delegación central de grandes contribuyentes.

La medida va a permitir un "importante ahorro", según las mismas fuentes, como consecuencia de la bajada de precios en el mercado inmobiliario al centralizar oficinas. La Agencia Tributaria calcula que podrá ahorrar hasta un 40 % sus costes de alquiler de oficinas con el traslado a la antigua sede de la Conselleria de Infraestructuras.

A su vez, la Generalitat logra obtener rendimiento de un inmueble que había quedado vacía tras el traslado del departamento de Isabel Bonig al complejo administrativo Nou d'Octubre en la antigua Cárcel Modelo de Valencia.

El contrato de arrendamiento con la Agencia Tributaria es de cinco años, prorrogables otros cinco, lo que permitiría a la Generalitat ingresar diez millones de euros.