El FROB provisiona 90 millones de euros para compensar a Caixabank por el BdV

La entidad catalana reclama el doble por los perjuicios patrimoniales en el precio de activos traspasados a la Sareb

j. c. valencia

La factura para los contribuyentes de la venta del Banco de Valencia a CaixaBank no cesa de crecer. En su memoria de 2012, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), propietario de la mayoría del capital de la entidad valenciana desde su intervención en noviembre de 2011 hasta su venta por un euro al banco catalán en septiembre del año siguiente, desvela que CaixaBank presentó el pasado 23 de enero una reclamación por «supuestos perjuicios patrimoniales derivados de los cambios producidos entre la estimación de los activos a transmitir a la Sareb por dicha entidad y los finalmente transmitidos». Por este motivo, el FROB ha dotado, con cargo a la cuenta de pérdidas y ganancias del año pasado, una provisión de 90 millones de euros, una cantidad equivalente «a un importe algo inferior al 50 % del total reclamado». En consecuencia, el dinero que pide CaixaBank, que ayer no quiso pronunciarse al respecto, supera por fuerza los 180 millones.

En la mencionada memoria, el FROB admite que en el proceso de venta del Banco de Valencia a CaixaBank se comprometió con esta a compensarla en determinados supuestos, como el mencionado sobre el banco malo, a donde fueron a parar los peores activos inmobiliarios del banco valenciano. No obstante, matiza que, a pesar de la citada dotación de 90 millones, la reclamación «se encuentra en fase de análisis por los servicios jurídicos del FROB y advierte de «la existencia de posibles líneas de defensa, así como la discusión del montante reclamado», con lo que da a entender que puede haber discrepancias.

El FROB, siguiendo a expertos contratados, asegura que la liquidación del Banco de Valencia habría tenido unos 6.300 millones un coste muy superior a su venta por un euro. Pero lo cierto es que dicha venta incluía una inyección previa de capital de 4.500 millones, a sumar a los 1.000 millones aportados tras la intervención, además de los 598 millones que el fondo ha provisionado para hacer frente a los costes del Esquema de Protección de Activos por 10 años y un 72,5 % de cobertura de que disfruta CaixaBank ante posibles pérdidas que surjan de esta operación. Por si fuera poco, el banco catalán se apuntó un beneficio añadido de 1.777 millones, fruto de la diferencia entre el precio pagado de un euro y el valor razonable del valenciano más los ajustes correspondientes.

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