La reciente privatización de la torre de control de aeropuerto de Valencia, que ha reducido a la mitad el número de trabajadores de este recinto desde principios del mes de julio de 2013, está provocando un aumento inusual de notificaciones sobre el funcionamiento ordinario de estas instalaciones realizadas por personal del ente público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea y que se atribuye a la "inexperiencia de los efectivos destinados" en la citada torre de control de aeródromo de Manises.

FerroNats Air Traffic Service es la empresa adjudicataria del servicio que presta la torre de control del aeropuerto de Manises, que se hizo cargo de las operaciones de despegue y aterrizaje con la mitad de la plantilla que tenía hasta entonces AENA (una veintena de controladores) como gestora de este centro. El pasado día 19 de julio, debido al incendio producido en el término municipal de Vilamarxant y el Parc Natural del Túria -próximo al especio aéreo de Manises- se produjo una situación caótica de aviones al juntarse las aeronaves apagafuegos con las comerciales.

Tras las tareas de coordinación entre el centro y la torre de control del aeropuerto valenciano debido al incendio y los posibles problema de visibilidad por el humo y la saturación de vuelos, según constata una notificación realizada a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (dependiente del Ministerio de Fomento) "no pudieron llevarse a cabo operaciones de despegue y aterrizaje por evidente inexperiencia de los efectivos destinados en la torre de Valencia", asegura un informe al que ha tenido acceso Levante-EMV. En este escrito remitido por el centro de control de AENA se considera este hecho como "factor condicionante para que el jefe de sala decida suspender las operaciones hasta que la situación finalice". El cierre del aeropuerto de Manises durante varias horas provocó el desvió de cinco vuelos (de las compañías Vueling, Ryanair, Air Nostrum e Easyjet) a Alicante, mientras que una aeronave de Swissair tuvo que aterrizar en Barcelona.

Otras notificaciones enviadas a la Agencia de Seguridad Aérea tienen que ver con anomalías en la gestión del sistema de alerta de tráfico y evasión de colisión (conocido como TCAS, por sus siglas en inglés) sin avisar al centro de control, así como en el desvío de un avión a El Altet que iba a aterrizar en Manises tras producirse una tormenta mientras otro avión tenía que despegar.