La Conselleria de Economía ya tiene en el horno el pliego de condiciones de la que futura privatización de la gestión de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. El departamento que dirige Máximo Buch prevé licitar en septiembre el contrato para dejar en manos de un operador la dirección de todos los elementos del complejo a excepción del Palau de les Arts y el Umbracle, que cuenta con contrato de cesión en vigor. El futuro del Museo de las Ciencias, el Hemisfèric, Oceanogràfic (ahora en manos de Parques Reunidos Valencia) y el Ágora pasará a ser responsabilidad durante 15 años de un gestor externo.

Dada la complejidad del encargo y la diversidad de elementos que lo componen, el pliego permitirá que aspiren al contrato consorcios de empresas. Porque no el mismo gestionar un parque acuático que un recinto museístico, por lo que podrían producirse alianzas entre firmas de distintos sectores del ocio para hacerse con la adjudicación. De momento, Parques Reunidos y sus socio valencianos Andrés Ballester y la familia Lladró están dispuesto a competir, al igual que Rain Forest, gestora del Bioparc.

Esa complejidad es la que llevará a Economía a abrir un período de presentación de ofertas amplio, que podría alargarse durante cuatro o cinco meses para que los aspirantes maduren sus ofertas y sus alianzas. Con este calendario, el proceso de privatización podría finalizar antes de la primavera de 2014.

El Consell quiere que el ganador garantice contenidos de calidad para los distintos elementos, especialmente en el caso del Museo de las Ciencias, que mantendrá su superficie expositiva pero quedará abierto a nuevas propuestas ligadas a eventos, congresos y otras actividades. La consolidación de la Ciudad de las Ciencias como foco de atracción turística de Valencia también se tendrá en cuenta.

Costes de personal

El futuro gestor deberá asumir los costes de la plantilla (Casca ha ejecutado un Expediente de Regulación de Empleo y ha prescindido ya de 141 trabajadores), aunque no los de mantenimiento, que seguirá a cargo de la empresa de la Generalitat. El consorcio seleccionado abonará a la sociedad pública un canon fijo y otro variable en función de resultados. Economía ha dejado en manos de la consultora Deloitte el desarrollo de los pliegos.

La sociedad pública Cacsa pierde dinero desde su puesta en marcha. En 2011, último ejercicio con las cuentas publicadas, los números rojos se situaron en 55,1 millones pese al incremente de la venta de entradas. Parques Reunidos Valencia, que gestiona el único gran elemento privatizado, el Oceanogràfic, ha registrado beneficios cada año y ha repartido dividendos.