El pasado miércoles, el banco de inversiones Morgan Stanley lanzaba un pequeño balón de oxígeno al Gobierno recomendando la compra de Deuda Pública española. A las pocas horas se unía otro gigante bancario, HSBC, y la multinacional textil Inditex, que celebra sus resultados extraordinarios con un máximo en bolsa, adelantaba de manos de su presidente, Pablo Isla, que veía ya síntomas de recuperación en España.

Optimismo financiero que se celebra con subidas en la Bolsa y bajadas en la prima de riesgo pero que no se palpa, de momento, en las calles y tampoco en todas las grandes magnitudes macroeconómicas. Es más, acabamos de recibir la visita de inspectores del FMI y en las próximas semanas lo harán los "hombres de negro" de la Unión Europea, y es que, aunque sin intervención pura y dura, buena parte de las decisiones económicas dependen de más allá de nuestras fronteras, España mira a Europa, y Europa a Alemania.

Con toda esta coyuntura, las elecciones en Alemania tienen importancia para España, o lo tendrían si hubiera un cambio de rumbo, pero es algo que no se va a producir, en primer lugar, porque la gran favorita es Angela Merkel, y en segundo lugar, en las grandes decisiones económicas no existe una gran diferencia entre los dos grandes partidos, la derecha de la CDU y los socialdemócratas del SPD, con lo que en el caso de una coalición entre ambos, no habría los problemas que por ejemplo se han visto en Grecia o podrían existir en España. Pero sea cual sea el resultado, en solitario o en coalición, las decisiones que tomen tienen un peso importante tanto en la Comisión Europea como en el BCE.

Política monetaria

Empezando por el BCE, mientras que las Bolsas celebran la decisión de la Reserva Federal estadounidense de mantener las facilidades de crédito, la preocupación en Alemania será la contraria, que el Banco Central Europeo siga controlando la inflación y en la medida de lo posible restrinja el dinero barato. No lo veremos en el largo plazo, pero si sigue la tendencia de recuperación, nos podemos olvidar de nuevas bajadas de tipos y seguramente el Euribor empiece a escalar moderadamente.

Los próximos meses veremos como Mario Draghi hace "malabares", presionado por Alemania por un lado para que no continúe la expansión monetaria, y por otro no desinflar bruscamente el optimismo actual que puede disparar de nuevo la prima de riesgo. En este sentido, gane quien gane, no cambiaran las tornas.

¿Más recortes?, depende de España

Pero sin duda lo que más nos preocupa es si vendrán nuevos recortes solicitados por Europa e impulsados fundamentalmente por Alemania. En este caso, el resultado electoral influirá poco y es que la pelota está en nuestro tejado, es decir en que España cumpla lo prometido. Así frente a buenas noticias como el descenso de prima de riesgo, estos días hemos recibido otras malas, como que al mes de Julio casi se ha alcanzado el objetivo de déficit de todo el año y como la Deuda respecto al PIB se dispara.

Además los "beneficios" de las subidas de impuestos vuelven a torcerse, en el caso del IVA si continúa cayendo el consumo el efecto del alza impositiva va disminuyendo, como se está viendo por ejemplo en la recaudación de Loterías del Estado y la tasa para premios de más de 1.500 euros, cuya recaudación no está compensando lo que se ingresa menos por ventas. Con todo ello, lo más probable es que veamos un acelerón en pequeños ajustes y especialmente en contención del gasto para que no se "escape" el déficit, si no tendremos un tirón de orejas de Europa y Alemania.

Respecto si estas exigencias llegarán a las reformas estructurales, pasadas las elecciones en Alemania y especialmente si el gobierno es estable, puede ser un momento para su impulso. De momento, los dirigentes del país germano se han preocupado especialmente en el control de la base monetaria y los rescates financieros (pasadas las elecciones llegará un nuevo rescate a Grecia), si la situación se estabilizará y una vez ya realizadas medidas de impacto (subidas de impuestos, recortes?) se abre una nueva etapa que puede llevar a reformas de mayor calado.

El poder de compra de Alemania

Por último nos queda una clave interna alemana pero con grandes repercusiones para España. Una de las fórmulas que ha tenido este país europeo para sobrepasar la crisis ha sido mantener empleos pero reduciéndose los salarios, el ejemplo más claro está en los "minijobs" escasamente remunerados y especialmente dirigidos a los jóvenes. El resultado, un menor poder adquisitivo. Ahora añadimos en la ecuación a España. Entre las pocas alegrías que tenemos está el aumento del turismo extranjero y las exportaciones, y aquí está en donde las decisiones internas del Gobierno alemán nos perjudica, con menos turistas, que gasten menos y que compren menos nuestros productos, ya que no nos olvidemos que exportamos fundamentalmente a los países de nuestro entorno.

En este punto si hubiera un difícil e hipotético cambio de rumbo político en Alemania nos influiría positivamente. Angela Merkel ha realizado esta política que podemos decir que es "impopular" antes de las elecciones, si las gana, no tendrá problema en continuar con ella. Si lo hicieran partidos de izquierda liderados por el SPD las políticas no serían tan restrictivas y podríamos beneficiarnos indirectamente de ello, pero esta posibilidad es complicada de ver.

Con todo ello, el horizonte más probable es que no habrá cambio de dirección o este será poco importante (quizá unas formas más relajadas al no tener el "peso" político de unas elecciones tempranas) pero especialmente dejemos escapar esa imagen de ogro de Alemania, ya que la agenda de futuras reformas no nos la marcará tanto Europa si no nuestra capacidad de enderezar nuestra economía. De Europa nos ha venido una medicina, que puede que no sea la apropiada, pero no hay que olvidar que si España ha enfermado ha sido por culpa de sus propios errores.

Antonio Gallardo, iahorro.com