El Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) está tratando de esforzarse en publicitar sus nuevos programas de ayudas a pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, su realidad económica dista mucho de ser todavía proclive a la generosidad en sus actuaciones. Las tensiones de tesorería de la Generalitat han llevado a la Conselleria de Economía que dirige Máximo Buch a tener que reducir en 1,3 millones de euros el capítulo de trasferencias de capital (las que se destinan a invertir en ayudas a empresas) de los programas de política industrial para incrementar en la misma cuantía el apartado de operaciones corrientes.

Todo indica que los fondos servirán para cubrir los gastos generados por el Expediente de Regulación de Empleo que está en marcha en el Ivace y afecta a los trabajadores del antiguo Impiva. Este expediente contempla la salida de 44 de los 127 trabajadores y está previsto que abandonen su puesto a partir del próximo mes de octubre o noviembre. La modificación de crédito autorizada por la Conselleria de Hacienda permite afrontar con mayor holgura las indemnizaciones de los despidos. Los trabajadores incluidos en el ERE no recibirán más de los 20 días por año que marca como mínimo la actual legislación laboral.

Lo cierto es que la sequía presupuestaria está condicionando la tarea de la Conselleria de Economía y sus política de apoyo al tejido industrial valenciano. El Ivace ha sustituido sus tradicionales líneas de subvenciones por préstamos a muy bajo interés, aunque está previsto que las empresas que devuelvan los créditos se beneficien después de ayudas directas.

Los tiempos en que decenas de millones salían del antigua Impiva hacia organizaciones empresariales, sindicatos, empresas o institutos tecnológicos vía planes de competitividad han pasado a la historia. El año pasado, el Ivace apenas fue capaz de ejecutar el 25,5 % de sus programas de gastos. De los 126 millones presupuestados para el ejercicio de 2012 apenas comprometió algo más de 33 millones.

Las previsiones para este año no son muy distintas y los presupuestos de 2014 auguran todavía más recortes, toda vez que el cambio de calificación de la Comunitat Valenciana de región en transición a más desarrollada de la Unión Europea tiene como consecuencia una importante reducción de fondos europeos para programas de Investigación, Desarrollo e Innovación.