El presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González, aseguró ayer que la crisis económica de España «ha tocado fondo» y podría comenzarse a generar empleo neto tras una leve recuperación «a partir del segundo semestre de 2014», cuando el Producto Interior Bruto (PIB) experimente una mejora del 0,7 %, según indican las previsiones que maneja el Gobierno central. El dirigente de los empresarios valencianos coincidió ayer en Madrid en una jornada sobre inversiones, organizada por BNP Paribas, con el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos.

En su intervención, González también pronosticó una mejora de la inversión extranjera productiva durante los próximos años en España, sobre todo tras la recuperación del mercado de la deuda, la mayor confianza en España desde el exterior y la recuperación del consumo doméstico. En ese sentido, destacó la apuesta que han realizado algunos sectores industriales como el automóvil, que a pesar de la crisis «han seguido apostado por sus fábricas españolas debido a las mejoras de productividad y calidad de sus vehículos frente a otros países competidores en Europa».

También comentó que es positivo que «los grupos internacionales no desinviertan en España», tal como reconoce el último informe del Ministerio de Economía. En este estudio destaca que la Comunitat Valenciana ha logrado casi el doble de inversión extranjera durante el primer semestre de 2013, en comparación con idéntico período de tiempo del año anterior.

En este foro financiero, en el que también han participado responsable del Tesoro Público, ICO y Telefónica, se ha analizado el incremento del interés de los fondos de inversión por aumentar su presencia en España. «La inversión se produce antes de que haya demanda importante. En este último trimestre la demanda doméstica ha aumentado en España, lo que es un signo muy positivo para mantener la recuperación y comenzar a crecer», agregó.

Respecto al mercado de trabajo, el máximo responsable de la patronal autonómica abogó por «corregir algunos aspectos del texto», aprobado en 2012, «para obtener unos resultados aún más beneficiosos». En su opinión, «no es necesario nuevas reformas radicales del mercado de trabajo, aunque sí aclarar bien las causas objetivas de extinción de los contratos para evitar la excesiva judicialización de las relaciones laborales».