Diez meses después de la defunción de Bancaja, su fundación, que debía convertirse en la heredera de sus restos mortales, sigue en el limbo por la indefinición del PP y del Consell. El próximo 27 de octubre se cumple el plazo de un año que los consejeros de Bancaja dieron de prórroga a los miembros del patronato de su fundación un mes antes de la disolución de la entidad y su forzosa conversión en una nueva fundación de carácter especial, que asumirá las funciones y patrimonio de la antigua obra social, además del montepío. Se trataba de que los citados pudieran gestionar el día a día de la entidad social a la espera de que se aprobaran los estatutos de la nueva fundación y se nombrara a su patronato. En febrero se constituyó una gestora, presidida por el último máximo responsable de Bancaja, José María Mas Millet, con la misión de resolver las dos mencionadas cuestiones. Sin embargo, la voluntad secesionista de la Fundación Caja Castelló y las disputas en el PP por ver quién se integra en el nuevo patronato han impedido que, a un mes del fin del plazo de la citada prórroga, la nueva fundación esté en marcha.

Este hecho, según las fuentes consultadas por este diario, está teniendo graves consecuencias para los beneficiarios de la obra social de la antigua caja, debido a que el retraso en la constitución del patronato ha impedido, de momento, la aprobación de un presupuesto para 2013. De esta forma, "todas las subvenciones están paradas, a excepción de algunas cosas que se han hecho con cargo al dinero del que aún dispone la entidad". La demora está provocando la parálisis en muchas de esas entidades, que, de todas formas, deben prepararse para un futuro con muchas menos subvenciones, dado que el presupuesto futuro de la nueva fundación no alcanzará las cifras de los años en que Bancaja ganaba cientos de millones.

Por otro lado, la asociación Salvar la Fundación Bancaja hizo público ayer un comunicado en el que asegura haber recibido de la Fundación Bancaja un escrito a través de Clarke, Modet & Cia "en el que amenaza con acciones legales si persisten en sus actividades". Según esta asociación crítica con la deriva de la nueva entidad, "al parecer se basan en la utilización del nombre Bancaja o Fundación Bancaja y algunos símbolos".