El presidente de la patronal valenciana del metal Femeval, Vicente Lafuente, aseguró ayer que dos de las «peores secuelas que nos está dejando esta crisis son la precariedad extrema a la que están llegando muchas pequeñas y medianas empresas y la pérdida de la clase media empresarial», un «lujo que no podemos permitirnos». En su opinión y trazando un parelelismo con la cada vez mayor distancia entre ricos y pobres, «las grandes empresas son cada vez más grandes, lo que es una sensacional noticia, pero las pequeñas son cada vez más pequeñas y esto es un hándicap para implementar políticas de innovación, cooperación e internacionalización».

En el acto de entrega de los XII Premios Femeval, aseguró que en «muy pocas» de las reivindicaciones formuladas por esta organización desde el inicio de la crisis «se ha avanzado» e «incluso en algunas se ha empeorado la situación» y detalló varias de ellas, como la falta de crédito, «la imposibilidad de sostener el peso de unas administraciones sobredimensionadas», el mayor apoyo a la industria o «la falta de una política energética sostenible económicamente». Lafuente dedicó la parte más combativa de su discurso a la última reforma energética, de la que dijo que conlleva un «coste añadido brutal para nuestras empresas», dado que las nuevas tarifas «suponen un ataque directo a las cuentas de explotación».

Los galardonados fueron estos: Taep (pequeña empresa emprendedora), Exclusivas Resimart Ibérica (proyección exterior), Fulton Servicios Integrales (innovación tecnológica en servicios), Motor J. R. Valle (innovación tecnológica en comercio), Tenneco Automative Ibérica (innovación tecnológica en industria) y GH Electrotermia (excelencia empresarial).