El Fondo Monetario Internacional ha asegurado que el dato del PIB del tercer trimestre publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) (0,3% en tasa intertrimestral) supone una buena noticia, aunque no garantiza el final de la crisis en España. Así lo puso de manifiesto el asesor del departamento de Europa del FMI, Helge Berger, durante la presentación del informe «Empleo y crecimiento: respaldando la recuperación de Europa», acompañado por otros miembros del Fondo, como la economista Jesmin Rahman, el economista Martin Schindler y el asesor Antonio Spilimbergo.

La economía europea «aún es frágil» y en muchos países el paro ha alcanzado «niveles estratosféricos», según recoge el estudio del FMI, en el que se señala que «sin un fuerte crecimiento, los niveles de desempleo podrían persistir durante años», como es el caso de España, «prolongando el dolor de la crisis mucho más tiempo». «La consiguiente erosión de su capital humano podría frenar el crecimiento potencial en Europa durante una generación», alertan el FMI, que señala que a pesar de los esfuerzos hechos durante la crisis, el crecimiento y el empleo siguen siendo «frágiles» y las perspectivas de una expansión vigorosa son «modestas».

Además, el desempleo se mantiene alto en casi todos los países y los balances de bancos, sector público, empresas y hogares siguen siendo una fuente de dificultades.

Spilimbergo, por su parte, refiriéndose a la situación laboral de España, aseguró que la última reforma del Ejecutivo de Rajoy va «en la buena dirección», aunque hay que seguir dando pasos en el ámbito laboral para mejorar la situación de los trabajadores y reducir la dualidad del mercado. Aunque el asesor del FMI no quiso dar recomendaciones concretas para el caso español, el libro sí analiza la situación del país y subraya la posibilidad de fortalecer la última reforma del mercado laboral con nuevas medidas, como la armonización de las indemnizaciones por despido en contratos temporales y fijos.

De la misma forma, en el libro se sugiere la eliminación de la indexación automática de los salarios y de la ultraactividad, que implica la renovación automática de los convenios colectivos. Además, resalta la necesidad de que los políticos diseñen planes de contingencia por si estas reformas no se implementan lo suficientemente rápido.

A nivel europeo, el FMI también resalta la necesidad de seguir con reformas laborales y luchar contra las desventajas de la dualidad. A su parecer, un esfuerzo global de reforma que incluya los mercados de productos y de servicios podría aportar «sustanciales beneficios». En cualquier caso, el FMI considera «esenciales» las reformas estructurales para mejorar la capacidad de crecimiento de las economías a largo plazo, haciendo un uso más intensivo de los recursos y una mayor productividad. Y recuerda que las reformas globales son más eficaces que las parciales.