El precio medio del suelo cayó un 21% durante 2013, de forma que concluyó el año en 147,9 euros por metro cuadrado y se mantiene en niveles mínimos históricos, a pesar del leve aumento del 0,2% que registró en el cuarto trimestre del año en comparación a los tres meses precedentes, según datos del Ministerio de Fomento. De esta forma, a la conclusión del pasado ejercicio, el precio de los terrenos urbanos acumulaba una contracción del 48,1% en comparación con el máximo de 285 euros por metro cuadrado que alcanzó a mediados de 2007, antes de la crisis y de que se pinchara la burbuja inmobiliaria.

La Comunitat Valenciana es una de las que salen peor paradas de la crisis del ladrillo. Un ejemplo de ello es Valencia, donde el precio del metro cuadrado de suelo urbano se situó el año pasado en los 145,9 euros, lo que la coloca a la cola de las ciudades españolas, solo superada por León, donde se paga aún menos: 143 euros. En el polo opuesto, es decir, las urbes más caras para comprar un terreno, están Barcelona, donde el metro cuadrado se pagaba a 487,9 euros, Granada (442,6 euros) y Madrid (391 euros).

La caída del precio durante el año pasado fue ligeramente superior en las ciudades de mayor tamaño. En concreto, en los municipios de más de 50.000 habitantes, el metro cuadrado de suelo urbano se abarató un 22,3% y cerró el año en 284,6 euros.

El descenso de los precios ha podido provocar que durante el cuarto trimestre del pasado año el número de operaciones de compraventa creciera un 23,4% respecto a los tres meses precedentes, hasta sumar 4.378 transacciones, 517 de las cuales se firmaron en la Comunitat Valenciana. A pesar de ello, en el conjunto de 2013 el número de operaciones de suelo urbano cerradas se redujo un 2,4%, hasta suponer 14.555.

El número de compraventa de solares creció más en los municipios de menor tamaño que en las grandes ciudades. En las poblaciones de más de 50.000 habitantes se transaccionaron 794 terrenos en el cuatro trimestre, un 1,6% menos que en igual periodo de 2012, mientras que en los de menos de 1.000 habitantes el número de compraventas de terrenos se disparó un 44,2%. El valor de las operaciones cerradas durante el pasado ejercicio se situó en 2.391 millones de euros, lo que arroja una disminución del 7,8% respecto a 2012.