La operadora británica Vodafone ha confirmado la compra de la firma de cable Ono por un importe total de 7.200 millones de euros, incluyendo la deuda del grupo español que a cierre del ejercicio 2013 ascendía a 3.341 millones. «Se trata de un paso importante para Vodafone en el avance en la estrategia unificada que presentamos hace dos años y que supone pasar de una compañía de móvil a una de comunicaciones unificadas», ha explicado el presidente de Vodafone España, Francisco Román. Román ha señalado que esta operación, que es «importantísima» no sólo para Vodafone sino para el mercado de telecomunicaciones en el país, demuestra la confianza del grupo en España y en el equipo y la gestión de la filial española, que supone un 7% del Ebitda del grupo.

Por su parte, el consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra, ha explicado que con la adquisición el grupo tendrá acceso inmediato a 7,2 millones de hogares con fibra, lo que sumado al plan actual de despliegue que mantiene con Orange supondrá una cobertura de hasta 10 millones de hogares, lo que representa un 57% del total de las viviendas españolas. Coimbra ha subrayado además que Ono, que ha invertido en su red unos 7.000 millones desde 1998, dispone de una infraestructura «flexible» y con «capacidad para evolucionar en el futuro».

La transacción, pendiente de la aprobación de las autoridades regulatorias, valora a Ono en 7,5 veces el beneficio bruto de explotación (Ebitda). Ono cerró el pasado ejercicio con unas pérdidas de 24,68 millones, frente al saldo positivo de 52,3 millones del año anterior, mientras que sus ingresos totales mejoraron un 1,6% en 2013, hasta los 1.598 millones. La firma de cable española alcanza con su red de nueva generación a 7,2 millones de hogares y da servicio a 1,9 millones de clientes. Ono finalizó el año con 1,08 millones de clientes de móvil, 1,53 millones de Internet y 1,8 millones de telefonía fija.