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Apertura

Ikea inaugura en medio de una gran bronca institucional por la apertura en domingos

El alcalde de Alfafar amenaza con dimisiones en bloque al temer que el Consell ceda a la presión y decrete la libertad local de horarios

Ikea inaugura en medio de una gran bronca institucional por la apertura en domingos

Una década después de los primeros rumores sobre la llegada de Ikea a Valencia, la multinacional escandinava abre hoy por fin sus puertas. Pero lo hace en medio de una tremenda bronca institucional que ha llevado al alcalde popular de Alfafar término en el que se asienta a hablar de una paralización judicial e, incluso, de una posible dimisión en bloque en caso de que sus temores se confirmen y «el Consell autorice la apertura dominical que reclama la empresa» sueca y que él le niega desde hace semanas.

El mandatario, Juan Ramón Adsuara, no tenía ayer confirmación oficial de que sus sospechas fuesen a hacerse realidad. Sin embargo, los constantes rumores que le llegan desde hace días y «una filtración desde la conselleria» le llevan a pensar que, «tal vez, el presidente» de la Generalitat «anuncie» hoy mismo, durante el desayuno inaugural de Ikea, «la libertad de horarios comerciales».

Para intentar despejar esas dudas, el alcalde trató ayer de contactar ayer con el conseller de Economía, Industria y Comercio, Máximo Buch. Le fue del todo imposible y sólo consiguió hablar con su jefe de gabinete, quien le aseguró que «no podía confirmar ni desmentir nada», sino que únicamente podía adelantarle que el conseller «tenía que hablar» con él durante el mencionado desayuno inaugural.

«Una filtración de la conselleria»

Las conjeturas sobre una posible libertad de horarios comerciales decretada por el Consell rondan por Alfafar desde hace varios días, aunque acabaron de estallar el pasado viernes.

Fue entonces cuando Juan Ramón Adsuara se enteró «por una persona de la Plataforma Comarcal de Pymes de que la conselleria tenía intención de saltarse la competencia municipal y permitir por decreto la apertura dominical en Alfafar y Xirivella». El mandatario optó entonces por consultar directa y oficialmente con la Generalitat, pero «nadie cogió el teléfono». Así que, ni corto ni perezoso, hizo algunas llamadas más y, para su sorpresa, descubrió gracias «a una filtración de la conselleria» que era «muy probable que las suposiciones fuesen realidad».

Ante tal escenario, el alcalde de Alfafar consultó con un especialista y decidió que si finalmente se confirmaba la autorización autonómica a la libertad de horarios comerciales, solicitaría «la paralización judicial cautelar de la medida, puesto que según la ley ministerial que regula la apertura dominical, se trata de una competencia municipal».

Asimismo, Adsuara llegó a plantearse también una posible dimisión en bloque de todo su equipo de gobierno «ante el ninguneo» que supondría tal decreto y «la desconfianza» en su propio partido.

Y es que, hasta donde sabía el mandatario, el Consell apoyaba su decisión de retirar la solicitud de apertura estacional que permitiría a toda la zona comercial de Alfafar abrir diariamente durante el último semestre de este año. El alcalde formalizó dicha petición ante el interés de los grandes operadores en la libertad de horarios y sus «garantías verbales de incrementar la contratación de empleados». Sin embargo, «a la hora de la verdad ninguna empresa firmó un compromiso por escrito», mientras que los trabajadores no cesaban de protestarle en aras de mantener la conciliación laboral y familiar».

Así las cosas, «el 15 de mayo» Adsuara retiró la solicitud de apertura estacional y habló «personalmente con el conseller y la directora general de Comercio», quienes le «aseguraron que apoyaban» por completo su postura y le indicaron que «el asunto quedaba zanjado porque el Consell no había resuelto la solicitud y, al apartarla, ya no había nada sobre lo que fallar», algo que en breve descubrirá «si era cierto o no».

El anuncio del alcalde de Alfafar sobre la retirada de la solicitud enfadó mucho a Ikea.

«La petición se fundamentaba en el interés general de los consumidores y éste no ha variado», protestó entonces la multinacional. Desde ese momento, según la información que maneja el edil, la empresa «ha movido todos los hilos posibles en el Consell y ha alegado contra la retirada».

El gigante sueco, por su parte, mantiene que «había invertido y trabajado mucho para poder abrir los domingos», pero hace unos días dijo que «asumía la legalidad local».

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