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Caída de la cifra de partícipes

La crisis golpea a los planes de pensiones

El número de partícipes en fondos privados de jubilación se redujo casi un 8 % en la Comunitat Valenciana durante el año pasado ante el aumento de los ciudadanos que deciden rescatar su dinero y la caída de la contratación

La crisis golpea a los planes de pensiones

Cuando no se llega a fin de mes resulta muy difícil ahorrar para el futuro y más aún si lo que se piensa es en guardar algo de dinero para una jubilación que siempre se antoja muy lejana. Así, los planes de pensiones se han convertido en uno de los productos financieros más perjudicados por la actual crisis económica ante el cada vez mayor número de ciudadanos que intentan rescatar sus fondos tras haberse quedado en paro, y la caída en picado de las nuevas contrataciones que no logran compensar los planes que vencen.

La situación es especialmente llamativa en la Comunitat Valenciana, donde sólo el año pasado el número de partícipes en planes de pensiones individuales se redujo casi un 8%, al pasar de 967.273 a 890.363, según las estadísticas que anualmente elabora la patronal de las gestoras fondos e instituciones de inversión, Inverco. Se trata de una caída muy superior a la registrada en el conjunto del país, donde el número de personas que ahorra para su jubilación a través de estos vehículos cayó un 3,5%, lo que supone unas 287.000 menos que el año anterior. Tan sólo en Ceuta y en el País Vasco se ha producido un descenso mayor, con un retroceso del 10,5% y del 11,8%, respectivamente.

El director del Observatorio Inverco, Ángel Martínez-Aldama reconoce que la situación económica no favorece en nada al sector aunque también matiza que, a pesar de la caída de la cifra de partícipes, el patrimonio global de los planes de pensiones aumentó el año pasado -alrededor de un 9%- gracias a la buena rentabilidad que consiguieron estos fondos durante el pasado ejercicio. Es decir, que quienes apostaron por este sistema de ahorro realizaron una buena inversión, sobre todo si se compara con los exiguos intereses que ofrecen, por ejemplo, los depósitos bancarios.

Falta de liquidez

El propio Martínez-Aldama admite que resulta muy complicado convencer a los posibles clientes. «Lógicamente, la crisis ha provocado que la capacidad de ahorro de las familias se haya visto muy mermada y, además, en este tipo de situaciones de incertidumbre la gente quiere tener disponible lo poco que ahorra», asegura el portavoz de las gestoras. Justo lo que no ofrecen los planes privados de jubilación, que sólo pueden recuperarse antes de su vencimiento bajo determinadas condiciones.

En concreto, la legislación española sólo permite el rescate de los fondos de pensiones en casos de enfermedad muy grave e incapacitante o para los parados de larga duración -más de un año sin empleo- que hayan agotado las prestaciones y excluye cualquier otra situación. Por ejemplo, si las finanzas del hogar se han visto afectadas y no se puede hacer frente a la hipoteca porque es el cónyuge el que ha perdido su empleo.

A pesar de ello cada vez son más los ciudadanos que cumplen con estas condiciones y que deciden echar mano del dinero que tenían guardado para el retiro, aunque esto suponga que Hacienda se lleve un buen bocado del mismo. En concreto, el año pasado fueron 103.000 los españoles que tomaron esta decisión, veinte veces más que en el año 2007, cuando apenas se produjeron 5.840 casos. Aún así, esto sólo supone un tercio del descenso en el número de partícipes de planes de pensiones privados. El grueso de la caída se debe a la falta de nuevas contrataciones que compensen las cancelaciones por los titulares que llegan a la edad de jubilación y cobran su dinero. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que durante los años del «boom» el sector se benefició de que muchos bancos obligaban a suscribir estos productos con la contratación de una hipoteca para compensar los bajos diferenciales que ofrecían en los tipos de interés. Un gancho que en la actualidad ya no les sirve ante el bajo número de créditos que se concede.

Cuestión cultural

Por último, también influye la cuestión cultural: En España tan sólo un 17,1% de la población tiene contratado un seguro privado de cara a su jubilación, lo que supone una de las cifras más bajas de todo el continente, según los datos de Inverco. Una de las causas de esta diferencia es que, mientras en nuestro país la mayoría de los planes de pensiones son individuales, en el resto de Europa están mucho más extendidos y casi generalizados los planes de empresas, un privilegio reservado aquí a los trabajadores de la banca y algunas grandes compañías. «Aquí las empresas consideran que ya asumen unos costes laborales muy elevados con las cotizaciones a la Seguridad Social y la mayoría no se lo plantea», asegura Ángel Martínez-Aldama. En cualquier caso, lo que asume el sector es que mientras no se consolide la recuperación económica, tampoco empezará a repuntar de nuevo la contratación de productos de ahorro para la jubilación.

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