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Disputa accionarial

Calabuig cerrará la batalla de Aguas de Valencia al comprar el 30% de Caixabank

El presidente de Avsa cita a la entidad catalana mañana en una notaría para ejecutar el laudo arbitral

Calabuig cerrará la batalla de Aguas de Valencia al comprar el 30% de Caixabank

El protocolario acto de estampar una firma en una escritura ante un notario podría poner fin a dos décadas de batallas por el control de Aguas de Valencia (Avsa). El presidente de la concesionaria y dueño de la firma Fomento Urbano de Castelló (Fucsa), Eugenio Calabuig, confirmó ayer su intención firme de hacer efectivo el laudo arbitral que le permite hacerse con el 30 % de la concesionaria que Caixabank heredó del Banco de Valencia y que canaliza a través de Inversiones Financieras Agval, una mercantil controlada a su vez por el propio empresario de Castelló.

La compra de ese paquete situará a Fucsa como accionista mayoritario, con más del 60 % de los títulos, y cercenará cualquier posibilidad de la firma francesa Suez (socia a su vez de la Caixa en Aguas de Barcelona) de asaltar la compañía. Los franceses poseen el 33 % de Aguas de Valencia porque en 2007 compraron por 135 millones los títulos que poseía Saur Internacional. Esta filial del grupo Bouygues (también galo) salió de Aguas tras haber fracasado también en su intento por tomar el mando.

El éxito inmediato en el traspaso de acciones depende del precio que un auditor designado por el consejo de administración de Inversiones Financieras Agval fije en menos de 24 horas, tal como establece el laudo arbitral. En virtud de los plazos que marca esa resolución, Calabuig ha trasladado ya a Caixabank su intención de comprar y ha citado para mañana en una notaría a los responsables de la entidad con sede en Barcelona.

Fuentes de Caixabank no quisieron hacer ningún comentario hasta conocer la decisión sobre el precio. Calabuig explicó ayer que el importe de ese 30 % de acciones debería situarse por encima los 62 millones en que Caixabank valoró la participación cuando se adjudicó el Banco de Valencia y el resultante de aplicar un PER 20 (según recoge el laudo arbitral emitido por la Corte de Arbitraje y Mediación), que elevaría el importe a 120 millones de euros, que es la cifra que estima la entidad catalana que preside Isidre Fainé. En ámbitos empresariales se afirma que la operación podría rondar los 80 o 100 millones de euros.

Si el precio marcado por el auditor no convence a Caixabank no se descarta que pueda alargarse el proceso a través de algún tipo de recurso. En cualquier caso, todo indica que se apuntará una plusvalía interesante en su cuenta de resultados.

Calabuig aseguró ayer que cerrará la compra «sea cual seal el precio, siempre que esté dentro de lo razonable». El empresario de Castelló asegura contar con recursos propios y financiación externa suficientes como para afrontar la operación.

Para recuperar parte de los fondos invertidos y dar pluralidad al accionariado, Calabuig contempla vender a su vez entre un 10 y un 13 % del capital, sin que éste pierda la mayoría que logrará con la operación.

El empresarios admitió que ya cuenta con inversores interesados en tomar una participación, la mayor parte de origen valenciano.

Calabuig admitió ayer que si la operación de compra se culmina será «el final de la batalla» y «estaremos mucho más libres para llevar a cabo actuaciones». También opinó que la salida de Caixabank puede rebajar la tensión judicial. Según dijo, la querella que investiga la Audiencia Nacional por sus acuerdos con el Banco de Valencia y por la que el empresario está imputado «se ha ido deshinchando»

Más beneficios en 2013

Aguas de Valencia, cuyo negocio se nutre básicamente de los contratos de concesión de suministro de agua potable que mantiene con ayuntamientos, es una compañía saneada y rentable. El año pasado cerró con un beneficio neto de 24,9 millones de euros, tras facturar 254 millones de euros, un 10 % más que en 2012.

El año pasado, el número de contratos ganados supuso un incremento de la cartera de negocio de 91 millones. Los acuerdos logrados fuera de Valencia posibilitaron el aumento del 15 % beneficio de explotación, según Calabuig.

El área de saneamiento y depuración ha sido la que más ha aportado al crecimiento, con un 47,6 %, gracias a contratos de explotación y mantenimiento de estaciones depuradoras en Andalucía y La Rioja, entre otras. La compañía repartirá 12,5 millones de euros de dividendos a razón de 6,35 euros por acción. Eugenio Calabuig destacó que la empresa tiene mucha inversión retenida para nuevos proyectos como la adjudicación de la gestión de depuradoras.

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