La Comunitat Valenciana ya es la tercera autonomía española en ejecuciones hipotecarias en el primer trimestre del año, con 4.282, por detrás de Andalucía y Cataluña, con 8.034 y 5.792, respectivamente. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), las ejecuciones hipotecarias en general han aumentado un 19,5 %, mientras que las referidas a las viviendas habituales han descendido un 4,2 %. Es decir, que el incremento se ha producido sobre todo en segundas residencias.

Hay que tener en cuenta que en la Comunitat Valenciana, de los 2.726 procedimientos iniciados sobre inmuebles procesos de embargo y venta que no necesariamente terminan en desahucio, tres cuartas partes correspondían a pisos particulares y el resto a locales o inmuebles de empresas. Por lo que respecta a España, de las 32.565 ejecuciones iniciadas sobre el total de fincas, el 59 % % está relacionado con viviendas.

El aumento de los procesos de ejecución hipotecaria, que se inician cuando el propietario deja de pagar a la entidad financiera, tiene pocos visos de remitir si nos atenemos a los datos facilitados ayer por el Banco de España. El saldo de créditos dudosos destinados a la compra y rehabilitación de viviendas superó por primera vez el 6% al cierre del primer trimestre, con 37.863 millones, que equivalen al 6,3% de los 599.473 millones del total.

En términos absolutos, el saldo de estos créditos morosos ha aumentado un 43,2% en el primer trimestre respecto a los 26.435 millones con los que cerró 2013, mientras que el saldo hipotecario total ha disminuido sólo un 4,2%. La mora hipotecaria ha repuntado más de dos puntos porcentuales, desde el 4,2% al cierre del primer trimestre de 2013.

Dentro de estas cifras, la morosidad en los créditos destinados a la compra de viviendas se situó en el 6,2%, con un saldo dudoso de 36.214 millones de euros, mientras que en el caso de los créditos para rehabilitación, la tasa fue del 7,2%, con 1.649 millones de euros sobre el total.

La morosidad de los promotores

Por otro lado, los créditos morosos de las entidades financieras concedidos para actividades inmobiliarias se situaron hasta marzo en el 37,8%, hasta los 64.809 millones, lo que supone una moderación en términos absolutos del 3,5% respecto al cierre de 2013, en línea con el descenso del 3,1% del crédito total para financiar estas actividades. En consecuencia, la tasa de morosidad de los promotores prácticamente no ha variado.

Si a estas magnitudes se suma el crédito impagado de los constructores, que asciende a 19.270 milloness hasta marzo, con una tasa de morosidad del 33%, el resultado es un montante de 84.079 millones de euros. De esta forma, la deuda de difícil cobro de los promotores y constructores alcanzaría el 36,6%, por debajo de los niveles del año pasado.