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El grupo valenciano gana una primera batalla en el TSJ

La Sala destima una demanda de Thyssen contra un laudo arbitral que certifica que incumplió acuerdos comerciales

En paralelo a las negociaciones a tres bandas con la banca y Thyssen para definir el futuro del grupo Ros Casares, la familia Ros ha obtenido su primera victoria en la compleja batalla judicial que libra contra su socio alemán. El Tribunal Superior de Justicia ha desestimado una demanda presentada por el grupo Thyssen en la que solicitaba la anulación de un primer laudo arbitral de febrero de 2014 favorable a Ros Casares. La compañía valenciana solicitó un arbitraje a raíz de un conflicto con su socio alemán referido a los plazos de pago y entrega de materiales por importe de 192.432 euros. El laudo de la Cámara de Comercio de Valencia daba a la razón a Ros Casares al considerar que las filiales de Thyssen (Thyssenkrupp Materials Ibérica y Thyssenkrupp Stahl Service Center) son herederas de la mercantil que en 1994 firmó los pactos de accionistas y acuerdos de suministros con la familia Ros. La decisión del TSJ rechazando la demanda de Thyssen delimita la competencia del arbitraje como mecanismo de solución de conflictos, una herramienta a través de la cual Ros Casares reclama más de 25 millones a Thyssen por el cierre de Galmed y el incumplimiento del pacto de accionistas.

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