La factoría de Ford en Almussafes ha liderado el crecimiento de la producción de vehículos en España, con un incremento del 31,7 por ciento respecto al año anterior, un aumento de la carga de trabajo que ha sido generalizado en todas las plantas peninsulares y que va a suponer una facturación global que rozará los 44.000 millones de euros, según un avance de las cifras de 2014 de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) al que ha tenido acceso Levante-EMV.

En concreto, la multinacional del óvalo va a terminar el año con una producción cercana a los 300.000 coches gracias a la incorporación de los nuevos modelos, una cifra aún alejada de los 428.000 que produce la factoría de Seat en Martorell, del grupo Volkswagen, pero que está previsto que supere en 2015 gracias a los nuevos Mondeo y Ford S-Max, así como el Galaxi, modelos que se fabricaban en la factoría belga de Genk.

El incremento de la producción en todas las fábricas con la llegada de trece nuevos modelos ha devuelto a España al «top ten» de la automoción mundial en un año que se va a cerrar con 2,4 millones de vehículos fabricados, por delante de países como Canadá, Rusia, Gran Bretaña o Francia, y un crecimiento que podría superar el 9 por ciento. Una cifra que, por otra parte, se volverá a mejorar el próximo año, para el que se espera una producción superior a los 2,6 millones de vehículos

Evidentemente, para llegar a estas cifras, conseguidas gracias a una importante reducción de costes, especialmente en el apartado laboral, ha sido necesario también realizar una fuerte inversión para adecuar y modernizar las líneas de montaje, que en el caso de la factoría de Ford en Almussafes ha ascendido a cerca de 1.200 millones de euros en el último lustro. Estas inversiones han sido también muy importantes en el resto de las plantas de producción de automóviles españolas, ascendiendo a alrededor de 2.000 millones de euros solo en 2014, destinados a poner en el mercado los trece nuevos modelos que se han adjudicado después de una dura disputa con otras fábricas europeas. Entre estos vehículos destacan el nuevo Ford Mondeo, el S-Max, el Renault Captur, el Citroën Cactus, el nuevo Picasso, los Mercedes Viano y el Vito, el Nissan Pulsar...

Un año en el que, además, la calidad de producción ha permitido situar a dos automóviles fabricados en España entre los siete candidatos a coche del año en Europa («Car of the year in Europe»): el nuevo Ford Mondeo producido en Almussafes y el Citröen Cáctus, de la planta de PSA en Villaverde (Madrid). Así mismo, dos de los cinco coches más vendidos en Europa han salido de cadenas de montaje españolas: el Opel Corsa de la planta de Figueruelas (Zaragoza) y el Volkswagen Polo de Landaben (Navarra).

Gran parte de la producción española de automóviles se destina a la exportación y es en este aspecto donde se ha registrado un mayor crecimiento. Este año, según las previsiones de Anfac, se va a cerrar con dos millones de vehículos vendidos al exterior, que serán 2,2 en 2015, un 10 por ciento más. Los últimos datos certificados de 2014, de enero a noviembre, ya hablan de un aumento del 8 % respecto al año anterior. Además, la cuota de exportación a nivel mundial ha pasado del 3,5 en 2012 al 3,9 por ciento en 2013.

Estas exportaciones, que van a permitir una facturación cercana a los 30.000 millones de euros, ha servido también de tractora para otros sectores. En el caso de Valencia, concretamente, han convertido los puertos del Grao y de Sagunt en unos puntos logísticos fundamentales. De hecho, entre enero y noviembre ya se habían canalizado a través de sus muelles 446.745 vehículos destinados a la exportación.

Al margen de Almussafes, que ha elegido Sagunt para enviar 100.000 coches anuales a Estados Unidos, Toyota y Lexus han anunciado una ampliación de su plataforma para exportar desde Sagunt. Y Renault-Valladolid ha hecho lo propio con el de Valencia para el Captur. El puerto también está negociando con Opel para la exportación desde el Grao.

Veinte mil puestos de trabajo nuevos

La llegada a la línea de producción de las plantas españolas de nuevos modelos y el incremento de la producción ha significado también un aumento de la mano de obra, que la patronal de los fabricantes de automóviles, Anfac, ha cifrado en más de 20.000 nuevos puestos de trabajo solo en 2014, de los que un 84 % cuentan con contratos indefinidos. En el caso de Ford, la planta de Almussafes, el incremento de la plantilla para cubrir los nuevos modelos será de unos 1.800 trabajadores. A este aumento habría que sumar el de los puestos de trabajo de la industria auxiliar del automóvil, que rondarán los 3.000 más. Esta industria auxiliar, además, se beneficiará de un importante aumento de la facturación. La patronal Anfac considera que en el conjunto de España, las plantas de producción habrán facturado a proveedores españoles cerca de 22.000 millones de euros, correspondientes a la compra de componentes, aprovisionamientos de oficina u otros servicios accesorios.