Patronal

La CEV planea que Cierval la lidere el presidente de una de las tres provinciales

La patronal allana con esta propuesta el camino para Salvador Navarro

jordi cuenca | valencia

La Confederación Empresarial Valenciana (CEV) tiene ya bastante clarificada la propuesta que defenderá en el grupo de trabajo que diseña el futuro de la patronal autonómica Cierval. La idea, debatida en el último comité ejecutivo de la organización, celebrado el pasado diciembre, concreta la apuesta inicial „ya abordada en reuniones de este órgano de gobierno celebradas tras la vuelta del verano pasado„ por reducir el peso de la Cierval y volver al viejo modelo, en el que predominaban las provinciales, que se turnaban la sede y la presidencia.

Según las fuentes consultadas por este diario, el planteamiento, a falta de una concreción definitiva, consiste en que la nueva Cierval esté presidida por el máximo dirigente de una de las tres provinciales: la valenciana CEV, la alicantina Coepa y la castellonense CEC. La elección no sería rotatoria „a excepción de que sea necesario para contentar a Castelló y Alicante„, sino que cada cuatro años habría comicios, a los que en principio solo optarían los presidentes de las provinciales. Con el propósito de ahorrar costes, la sede de la organización se trasladaría a las actuales instalaciones de la CEV, aunque no es descartable que, en la negociación con Coepa y la CEC, se optara por ubicarla en aquella provincial cuyo presidente lo fuera también de la Cierval. El edificio de la autonómica se destinaría a alquiler para que se establecieran allí otras organizaciones empresariales y se mantendría un despacho para uso del presidente, si fuera necesario.

El punto de partida de este diseño está en que, como afirmaba ayer una de las fuentes consultadas, «es un lujo en estos tiempos tener dos sedes y dos confederaciones». Y es que el problema de fondo es que Cierval atraviesa una situación financiera muy delicada, principalmente porque, en la práctica, solo la CEV está contribuyendo a su financiación debido a las penalidades que atraviesan las otras dos provinciales, en especial la alicantina. Es por ello que la CEV, gracias a que es la que tiene más peso en la asamblea, está decidida a hacer valer su poderío en el rediseño de Cierval, porque «somos los paganos».

Por tanto, al menos de cara a las elecciones previstas para julio, la CEV intentará hacer valer su influencia, lo que implicaría que la presidencia de Cierval recayera en su actual máximo dirigente, Salvador Navarro. Este se mostró dispuesto a asumir esa responsabilidad en el pasado comité, aunque con la condición de que esté conforme con el diseño definitivo, que debe consensuarse en el grupo de trabajo integrado por doce personas designadas por las provinciales y la autonómica. El gran escollo será, sin duda, Alicante, favorable a la pérdida de estructura de Cierval, pero receloso a un poder excesivo de Valencia. De momento, Navarro va a proponer a la próxima junta directiva de la CEV adelantar a abril las elecciones en la provincial, previstas inicialmente para diciembre.

Si triunfa la propuesta de la CEV, que tiene la sartén por el mango, el actual presidente de Cierval, José Vicente González, no tendría ninguna opción a continuar en el cargo. La provincial de Valencia querría que, pese a ser relevado, se mantuviera en la CEOE, donde la semana que viene debería ser reelegido como vicepresidente. González no quiso entrar ayer en especulaciones sobre candidaturas a la presidencia, porque, «como es lógico y razonable, estoy centrado en diseñar el modelo».

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