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Feria Valencia

La Feria perderá el control de su gestión cuando nombre al operador privado

La institución introducirá salvaguardas para su fondo de comercio que garanticen la superpervivencia de sus certámenes - El consorcio público estárá adscrito a la Generalitat, que tendrá el mayor peso Ayuntamiento y cámara también estarán presentes

La Feria perderá el control de su gestión cuando nombre al operador privado

Tras el pistoletazo de salida que dio el patronato de diciembre al nuevo proyecto, Feria Valencia va perfilando su diseño futuro, que separará los edificios y la deuda en un consorcio público y la gestión comercial en una empresa privada. En esta última, la mayoría estará en manos de un operador especializado en certámenes y congresos que complemente el volumen de negocio que actualmente genera la institución. El resto del capital correspondería al citado consorcio, que estará adscrito a la Generalitat y en el que esta última, como gran financiadora de las obras de ampliación, tendrá el mayor peso, aunque todavía no se ha definido la distribución porcentual. El Ayuntamiento de Valencia, que aporta el suelo y la concesión, tendrá, en principio, un porcentaje minoritario. Como sucede ahora, la tercera pata corresponderá a la Cámara de Comercio de Valencia, si bien se pretende que las organizaciones patronales también tengan presencia en los órganos de gobierno, que, según las fuentes consultadas, verán reducida su actual estructura. El amplio patronato, donde están representadas hasta las diputaciones, y el comité ejecutivo probablemente se reconvertirán en un consejo de administración.

Hace tiempo que Feria Valencia ha iniciado contactos con los candidatos a convertirse en operador de la empresa gestora, según las citadas fuentes, que precisan que las opciones pasan por firmas especializadas de Europa. Consumados los cambios estatutarios precisos „en torno a marzo„, la institución formalizará el denominado proceso competitivo „una puesta en común con los aspirantes„ previo a la elaboración de un pliego de condiciones que servirá de base para la presentación de ofertas. Después, será el consorcio público, que quiere deslindarse totalmente del riesgo de gestión ferial „sobre todo en términos de necesidades financieras„ el que decidirá qué operador entra en el negocio.

Feria Valencia está convencida de que, con sus propias fuerzas, no es capaz de rentabilizar adecuadamente un recinto enorme, más propio de una gran institución, y ha optado por seguir el modelo de instalaciones más pequeñas, como la de Lyon. El propósito principal es «hacer algo distinto» a lo que hacen sus competidores españoles „Madrid y Barcelona„ y europeos. La entidad no espera un largo recorrido en crecimiento de sus grandes eventos: Cevisama lo ha hecho un 5 % este año y Hábitat, un 25 %. El primero tiene poco margen de mejora, a diferencia del segundo. Así que lo que debe ofrecer el citado operador es nuevos contenidos „ferias, eventos de todo tipo, congresos„ pero también ayudar a la internacionalización de los productos de la institución valenciana, siguiendo, por ejemplo, el modelo de la feria del textil de Fráncfort, la primera del sector, que organiza pequeños eventos de esta actividad en otros países para los que ofrece a los expositores una comercialización conjunta. Se trataría, en este caso, de una especie de seguro para evitar lo que le ha sucedido a Feria Valencia durante la crisis, que se ha venido abajo a la par que sus certámenes.

El citado pliego de condiciones, que debe estar preparado para el 31 de julio, incluirá, además de condiciones sobre el futuro de la empresa en caso de que el operador se retire al cabo de un tiempo, una serie de requisitos que esta firma deberá garantizar para la salvaguarda del fondo de comercio de Feria Valencia: sus marcas, certámenes, la idiosincrasia de la organización de los mismos mediante comités integrados por empresarios. Este operador tendrá libertad, sin embargo, para ampliar o reducir la actual plantilla.

El sector textil proyecta un certamen independiente

La patronal valenciana del textil Ateval va a aprovechar la celebración esta semana en Fráncfort de la feria sectorial más importante de su sector para sondear a la numerosa delegación de expositores españoles „120, de los que setenta son de la Comunitat Valenciana„ sobre la celebración de un certamen de esta actividad separado del mega evento Cevisama-Hábitat que desde el año pasado acoge Feria Valencia en febrero, según explicó a este diario el secretario general de Ateval, José Serna.

Textil-Hogar, uno de los históricos eventos organizados por el recinto valenciano, fue declinando a la par que lo hacía el sector y, al final, acabó integrado, junto al mueble, la iluminación y la decoración, en el gran certamen del Hábitat que la institución impulsó como nueva gran oferta de actividades económicas relacionadas con el hogar a celebrar en septiembre. La apuesta fracasó tras la llegada de la crisis y Feria Valencia fraguó otra vía de salvación: unir Hábitat con Cevisama, el gran evento de la cerámica, que tradicionalmente se ha convocado para principios de febrero. Estas nuevas fechas no son nada atractivas para los empresarios del textil, hasta el punto de que «a la edición de 2014 de Hábitat solo acudieron unos ocho expositores y este año ni siquiera hay un espacio para el textil», afirmó Serna, quien precisó que fue Feria Valencia la que decidió el cambio de fechas «y nosotros nos quedamos solos tras la marcha del mueble». El secretario general de Ateval aseguró que el citado sondeo pretende dilucidar si el sector en España quiere una feria propia y, en caso de que la respuesta sea afirmativa, también se preguntará sobre la ubicación, que puede ser Valencia u otra ciudad como Madrid o Barcelona.

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