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Medidas

El cambio en el reglamento del bingo abre una guerra en el sector del juego

La Generalitat matiza las modificaciones para evitar una rebelión de los salones de tragaperras

La Comisión Autonómica del Juego en la Comunitat Valenciana debate hoy una modificación del reglamento del bingo que ha destado fuertes tensiones entre los subsectores empresariales del ramo. Hasta ayer por la mañana la intención de la Conselleria de Hacienda era introducir una nueva norma de instalación de máquinas tragaperras (tipo B) en los bingos que en la práctica permitía a estos ampliar su actual oferta y complementer su actividad principal de venta de cartones.

La modificación contemplaba fijar en nueve el número de máquinas por área de admisión del establecimiento y habilitar a estos a su vez para que instalasen las áreas de admisión que considerasen necesarias. Además, la Dirección General de Tributos tiene previsto ampliar cinco horas más (hasta 17 horas diarias) el horario de apertura de los bingos.

El nuevo borrador ha suscitado un «enorme malestar» en el sector de los salones de juego y de las máquinas recreativas en general. «Con estas medidas, en la práctica el Consell asimilará a los bingos con minicasinos o macrosalas. Esto supone una competencia desleal», dijeron fuentes ligadas a las empresas de salones de juego.

La tensión generada en torno al cambio normativo llevó al director general de Tributos, Vicente Peiró, a mantener un encuentro el martes con la patronal de los salones de máquinas tragaperras en el que se comprometió a dar marcha atrás y limitar las tragaperras en los bingos.

Peiró atribuyó a una mala interpretación el malestar de este subsector y tiene previsto llevar hoy a la Comisión Autonómica del Juego un texto modificado que reduce a nueve las posibles máquinas, aunque permitirá mantener las suyas a los bingos que ya superaban ese número. Sí se mantendrán los nuevos horarios, que equipara a los bingos con los salones. «Nuestra intención era dejar a los bingos como estaban, no darles más. Vamos a cambiar el borrador», dijo.

Quieren menos fiscalidad

Lo cierto es que las tensiones en torno al reglamento se producen en un contexto de constantes reclamaciones del sector de los salones de juego y las máquinas tragaperras a la Administraciones Públicas para que reduzcan la presión fiscal sobre los operadores. Ahora la Generalitat cobra una tasa por cada máquina activa. La patronal ha pedido rebajas y Hacienda ha planteado como alternativa conectar las máquinas a a sus servidores y sustituir la tasa fija por un porcentaje sobre los ingresos de cada terminal, algo que las empresas del ramo han rechazado.

El nuevo reglamento del bingo se aprobará vía decreto antes de las elecciones autonómicas y entrará en vigor tras su publicación en el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana.

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