El ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, envió esta semana una carta de 11 páginas al presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, en el que figuran una serie de medidas y reformas para impulsar la economía helena y desbloquear los fondos procedentes del rescate europeo.

Entre ellas „y de las más sorpredentes„ se encuentra, según informa el diario Financial Times, el reclutamiento de estudiantes, amas de casa e incluso turistas para actuar como inspectores fiscales de incógnito.

El plan de Varoufakis pasa porque estas personas trabajen en nombre de las autoridades fiscales para cambiar la cultura evasora de los griegos. Para ello, Grecia pretende equipar a este nuevo cuerpo de inspectores encubiertos con equipos de audio y vídeo. Tendría contratos privados temporales de no más de dos meses, cobrarían por horas y sin posibilidad de ser contratados de nuevo.

«La cultura de la evasión de impuestos está muy arraigada en la sociedad helena», dice Varufakis en la misiva y sostiene que la «mera noticia de que miles de testigos informales están en todos lados, llevando equipos de grabación de vídeo en representación de las autoridades de impuestos, tiene la capacidad de cambiar las actitudes rápidamente, diseminando un sentido de justicia».

La lista de propuestas contempla además disposiciones para mejorar la gestión presupuestaria, como por ejemplo, mediante un techo de gasto. Además, propone un reglamento de venta de licencias para los juegos de azar electrónicos, de las que el Estado espera recaudar más de 500 millones de euros (542 millones de dólares).

También incluye las medidas adoptadas ya por el Gobierno para combatir la crisis humanitaria -luz gratuita, ayuda a la vivienda y cupones alimentarios para los más pobres- cuyo coste asciende a unos 200 millones de euros (216 millones de dólares).

Estas medidas se financiarán reduciendo costes en los ministerios por un total de 60 millones de euros (65) y mediante la introducción de un nuevo sistema de adjudicación de los contratos públicos, con el que se pretende ahorrar 140 millones de euros (151).

El Gobierno griegos esperaba que la concreción de algunas de las medidas comprometidas hasta finales del mes de abril sirviera para que los socios europeos aprobaran el adelanto de algún tramo de la ayuda financiera pendiente, pero fuentes comunitarias han descartado que pueda haber un anticipo mientras no haya comenzado la evaluación técnica de las reformas en su conjunto.

Varufakis recalcó ayer desde Venecia, donde asistió a una conferencia, que el Gobierno está determinado a hacer reformas, pero señaló que la cuestión ahora es lograr un acuerdo sobre cómo se pueden especificar y evaluar estas medidas.

En su misiva, el ministro Varufakis propone que de ahora en adelante la evaluación técnica tenga lugar en Bruselas y no en Atenas.

Mantener conversaciones

Al respecto, Dijsselbloem, respondió «positivamente» a la carta de Varufaki. Fuentes gubernamentales señalaron ayer que en su respuesta Dijsselbloem pone de relieve «la necesidad de continuar las conversaciones» tanto en el Grupo de Trabajo del Euro como a nivel técnico.