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tribuna

La Ley de Participación: una apuesta democrática

Hemos conseguido ponernos de acuerdo los dos sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT, con la patronal Cierval. También lo hemos hecho con los partidos políticos representados en las Corts Valencianes. Así hemos enmendado una la Ley de Participación Institucional (en adelante LPI), que no ha recibido ningún voto en contra, o si lo prefieren, la sola abstención de un grupo parlamentario. Pocas iniciativas legislativas han alcanzado este grado de consenso en la legislatura valenciana que ha terminado.

Como era de esperar, algunos de los sindicatos minoritarios, incluso muy minoritarios, han reaccionado al ver esfumarse sus expectativas. El primer anteproyecto de LPI que se presentó hace ya tres años recibió el aplauso, entre otros, del Sindicato Independiente (SI) del señor Fermín Palacios. Este ciudadano se ha arrogado la terrible tarea de amenazar a las empresas en las que se presentan candidaturas de CC OO, para que promuevan las del SI, con intimidaciones más propias de «matones» que de sindicalistas.

El sindicalismo amarillo ha demostrado que queda lejos de representar los intereses de la mayoría de la clase trabajadora y, por eso, apenas supera la barrera del 3 %. También recibe ayudas, aunque públicamente no dé cuentas, como sí lo hace CC OO. Para saber ingresos y gastos solo hay que acceder a nuestra página web.

Nos opusimos a la inicial LPI del mismo modo que lo hizo el Consejo Económico y Social (CES) y el Consell Jurídic Consultiu y nos hemos sumado a la redacción definitiva cuando se han aplicado los cambios que recomendaban ambas instituciones. Por el mismo motivo que lo han hecho casi todos los grupos parlamentarios, insisto.

La diferencia entre un sindicato mayoritario y otro minoritario la estableció la Ley Orgánica de Libertad Sindical (LOLS) hace muchos años. Consiste en alcanzar el 10 % de la representación o el 15 % en el ámbito de una comunidad autónoma, por eso CIG en Galicia y ELA-STV en el País Vasco tienen también esa condición. CC OO cuenta en estos momentos con 10.605 delegados y delegadas sindicales en el País Valenciano, lo que supone el 39,29 % del total.

El símil puede ser útil: muchos partidos políticos se presentan a las elecciones y solo quienes superan un determinado porcentaje de votos adquieren la condición de parlamentario. Por tanto, para ser mayoritario hay que ganárselo en las urnas. No se nace mayoritario ni minoritario. Te votan o te botan.

CC OO PV, con esta ley, no recibirá ni un céntimo más de las arcas públicas que lo previsto en el último ejercicio. Incremento cero. Es más, todos los sindicatos recibirán lo mismo que el año anterior. Y, por cierto, se mantiene la ayuda por delegado sindical obtenido en 12,33 euros por cada uno al año, con un mínimo de 600 euros si solo tienes uno. Estrictamente proporcional. Firmado por CC OO PV.

Nuestra fuerza nos la dan las personas que nos votan en las empresas y, sobre todo, las más de 100.000 que están afiliadas a CC OO PV. En estar a su altura para representarlas como se merecen, ponemos nuestro empeño cada día.

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