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Insituto

Los recortes y la fuga de investigadores dejan al IVIA en una situación crítica

La falta de relevo generacional impide cubrir la mayor parte de las 67 vacantes Una fundación de Brasil ficha a Leandro Peña, experto en plagas naranjeras - El instituto ha perdido un 30 % del presupuesto durante los años de crisis

Los recortes y la fuga de investigadores dejan al IVIA en una situación crítica

La falta de relevo generacional, la fuga de cerebros y los recortes presupuestarios en el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) durante los últimos años están dejando al centro dependiente de la conselleria de Agricultura sin referentes de primer nivel en el ámbito de la citricultura mundial. El instituto público ha pasado de un presupuesto de 22,6 millones de euros durante 2008 a 16,1 millones durante este ejercicio, lo que supone una disminución del 30 % respecto al inicio de la crisis. Además, las vacantes en la plantilla contabilizadas a finales de 2014 (un total de 67 trabajadores, de los que 27 eran titulados superiores) continúan sin cubrirse dada la etapa de ajustes presupuestarios del organismo que se nutre con fondos públicos. La plantilla fija total es de 240 empleados.

Una de la últimas «fugas de cerebros» del IVIA ha sido la protagonizada por el investigador Leandro Peña, especialista en dos de las principales plagas que azotan a la citricultura en algunas zonas productoras del mundo: el greening o «dragón amarillo» (presente en EE UU y Brasil, sobre todo), así como la mancha negra (Sudáfrica). Peña, experto en biotecnología, ha sido contratado por la fundación Fundecitrus, con sede en Brasil. Este experto se marcha del IVIA cuando acaban de detectarse en Portugal y Galicia insectos transmisores de la citada enfermedad vegetal que reverdece y destroza los agrios, lo que ha encendido las alarmas en el sector.

El centro también ha perdido recientemente „por jubilación„ al director del departamento de Protección Vegetal y Biotecnología del IVIA, Luis Navarro, un investigador de referencia en el sector citrícola tras la obtención de nuevas variedades tras más de cuatro décadas de trabajo profesional, así como a Florentino Juste, otro investigador y exdirector del IVIA.

Reestructuración

Solucionar el grave problema de vacantes de investigadores principales y adjuntos, colaboradores técnicos y administrativos se está convirtiendo en un serio problema para el IVIA, que intenta paliar con la contratación de interinos.

En julio de 2014 Enrique Moltó tomó sus riendas tras sustituir Eduardo Primo, quien solicitó a la conselleria de Agricultura su relevo por motivos personales. El cese de Primo Millo „otro de los pesos pesados en la conselleria durante una década„ junto con la del otrora director general de Investigación y Tecnología Agroalimentaria y profesor de Investigación de Ganadería del IVIA, Manuel Laínez, aceleró un plan de reforma del organismo público de la conselleria de José Císcar. Con todo, no ha habido tiempo para ejecutarlo en esta legislatura.

Los últimos consejos rectores del IVIA han constado que los serios problemas de tesorería que arrastraba la conselleria de Agricultura han complicado el pago de la nóminas del personal de este centro de I+D durante algunos meses del año pasado. Entre otros cambios y líneas de actuación, el IVIA negocia privatizar la gestión de variedades citrícolas protegidas. El organismo, criticado por trasladar a los productores variedades defectuosas y guardar los descubrimientos realmente interesantes, prevé sacar rendimiento económico a las nuevas patentes de mandarinas tardías.

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