La crisis interna en el Colegio de Economistas de Valencia, lejos de encontrar una vía de solución, se enquista cada día más. El decano Juan Manuel Pérez Mira y el tesorero Antonio Paños anunciaron ayer la presentación de una querella por injurias y calumnias contra el vicedecano Juan José Enríquez por las irregularidades en dos contratos denunciadas por este último. Los problemas en la institución se remontan a las elecciones de diciembre de 2012, cuando la candidatura del entonces decano, Leopoldo Pons, perdió ante la del vicedecano Pérez Mira. La peculiar fórmula electoral de la entidad, que renueva la mitad de la junta de gobierno cada dos años, acabó de agravar la situación al imponerse en la renovación parcial de diciembre de 2014 una lista avalada por próximos a Pons y contraria a Pérez Mira, cuyos partidarios resultaron derrotados, incluido el vicedecano, Fernando Zárraga. La junta se partió en dos.

Desde entonces, el gobierno del colegio está resultando más que complicado. Buena prueba de ello, como explicó ayer en rueda de prensa el actual decano, es el bloqueo a la gestión propiciado por Enríquez y los seis vocales de su lista, que en tres ocasiones han evitado que la junta de gobierno aprobara los presupuestos de 2015, con lo que se han prorrogado los de 2014. En otras tantas ocasiones se han rechazado las cuentas de 2014, pese a que tienen un informe favorable del auditor y a que se han saldado con un superávit de 216.800 euros.

La tensión interna, no obstante, ha subido enteros con la decisión de Enríquez y sus afines de presentar una denuncia ante la Comisión Permanente del Consejo General de Economistas de España contra Pérez Mira, Paños y el resto de compañeros de junta, a los que acusan de irregularidades en dos contratos suscritos en los dos primeros años de estos últimos al frente de la institución. El uno, por 22.500 euros, para elaborar un plan estratégico y el otro, por 17.500, para renovar la web del colegio y que fue encargado a una empresa que había participado en la campaña de Pérez Mira. Este y Paños calificaron ayer de «falsas» las acusaciones de Enríquez y anticiparon que el Consejo General les ha trasladado que no admitirá la denuncia. La batalla vivirá un nuevo capítulo en la junta general convocada para el martes y en la que deben refrendarse las cuentas de 2014, finalmente aprobadas con el voto de calidad del decano. Pérez Mira se muestra dispuesto a seguir, anuncia una modificación de estatutos para que no haya renovaciones parciales de la junta de gobierno „con el consiguiente adelanto electoral„ y deja entrever que los problemas con Enríquez se originaron cuando no pudo concederle, porque ya estaba cubierta, la presidencia de la comisión de concursal, una vía indirecta para lograr acceder a la tentadora administración de concursos.