La crisis ha hecho mella en el bolsillo de los valencianos y ha forzado una reorientación de sus prioridades de gasto, al igual que en el resto de España. Despejado el espejismo de la autonomía que nadaba en la abundancia a lomos de la burbuja inmobiliaria, la realidad es un territorio con indicadores económicos muy modestos. Uno de ellos es la capacidad anual de gasto por persona, que ayer publicó el INE a partir de la Encuesta de Presupuestos Familiares de 2014. Cada valenciano dispone de 766 euros menos para gastar al año (9.993 euros) que la media de España, que se sitúa en 10.759 euros.

Aunque la cantidad ha crecido ligeramente, la Comunitat Valenciana se sitúa en el grupo de cola en esta clasificación, concretamente como la quinta autonomía con menor capacidad de consumo de sus ciudadanos una vez soslayados impuestos. La lista la lidera el País Vasco, con 13.313 euros, 3.320 euros más que los valencianos. Los hogares españoles gastaron una media de 27.038 euros en 2014, el 0,2 % menos que en 2013 (60 euros menos), lo que representa una estabilización después de cinco años de caídas durante los que se ha recortado el presupuesto familiar en más de 4.600 euros. Con respecto a 2008, la diferencia es del 14,7 %.

El gasto en vivienda no sólo sigue siendo el mayor proporcionalmente, sino que además ha crecido un 1,2 % en España con respecto al inicio de la crisis en 2008. Junto con el agua, la electricidad o los combustibles representa el 32,5 % del presupuestos. Les sigue el gasto en alimentación (14,9 %) y en transporte (11,9 %). Curiosamente los españoles gastan más en tabaco y bebidas alcohólicas (1,9 % del presupuestos), que en enseñanza, a la que apenas dedican el 1,4 %, aunque esto es así por el sistema de educación pública de España. Todos los gastos han disminuido desde 2008 como consecuencia la crisis excepto, paradójicamente, el de la educación (25,1 %) y el de la vivienda, un 1,2 % superior desde 2008.

El consumo per cápita, por debajo de la UE

El consumo per cápita de los españoles sigue por debajo de la media de la Unión Europea (UE), según los últimos datos publicados ayer por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat. El Consumo Individual Efectivo (CIE), una medida del «bienestar material de los hogares», según apunta Eurostat, mantuvo amplias divergencias entre los Estados miembros de la Unión según datos preliminares de 2014. Según esas estimaciones difundidas hoy por Eurostat diez estados miembros tuvieron un CIE por habitante superior a la media de la UE el pasado año, siendo el nivel más elevado el de Luxemburgo, en el 140 sobre la media 100. España se situó en el 90 % de la media.