De todos es sabido que ayer domingo se celebró un referéndum en Grecia por el cual un 61,3% de los griegos que fueron a votar (un 65% de los que tenían derecho a hacerlo) decidieron que NO aceptaban las propuestas que sus principales acreedores pusieron sobre la mesa de negociación el sábado pasado. Este NO debe tener una serie de consecuencias además de solicitar una nueva propuesta:

1.- Nueva negociación:

Grecia y sus acreedores se deben sentar de nuevo a negociar; sin embargo parece complicado un acuerdo en que la parte griega solicite dinero, nuevos rescates, quitas, flexibilidad, etc€ con unas condiciones mejores a las que propuso la Troika (unidad negociadora del Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea) la semana anterior; de hecho a medida que se iba confirmando el resultado del referéndum se iban publicando declaraciones de políticos, especialmente alemanes, que daban por hecho toda rotura de negociación. La sorprendente dimisión del ministro de finanzas griego, el ya famoso Yanis Varoufakis parece más simbólico que efectivo.

2.- Emisión de una nueva divisa:

Si, como todo parece indicar, no se llega a un acuerdo, los bancos griegos se quedarán sin dinero. Desde luego un "corralito" eterno es inviable, y algún día su población necesitará liquidez para sobrevivir. El Banco Central Griego deberá emitir una nueva moneda (le llamaremos "new-dracma" en este artículo) muy devaluada respecto al euro.

3.- Bancarrota de Grecia y de los griegos:

Las deudas contraídas en euros (o en cualquier otra moneda fuerte) por parte de los griegos serán totalmente impagables: es imposible devolver préstamos en euros cuando los ingresos se consiguen en new-dracma devaluados (si se deprecia un 50% un asalariado debería cobrar un 100% más en new-dracma para poder pagar su hipoteca). Este impago, quiebra o bancarrota afectará tanto a las administraciones griegas como a cualquiera que tenga deudas con un banco (empresas y particulares).

4.- Recapitalización del sistema financiero:

Es muy probable que todos los bancos griegos necesiten una recapitaliazación o "rescate" por parte del estado, pero siempre en new-dracma. Sería inviable que subsistan de otra forma ya que se une que la mora se elevaría de forma exponencial por no poder pagar sus deudas las empresas y familias, con la huída de capitales que ya han sufrido y que ya han provocado un "corralito" desde el lunes pasado.

5.- Empobrecimiento para la población griega:

Además de no poder hacer frente a sus deudas, el coste de la vida les subirá de forma sustancial: la economía griega es importadora, es decir adquieren del exterior la mayoría de los bienes y servicios que consumen, y estos se comprarán en dólares y/o euros así que los precios subirán de forma sustancial y la población perderá mucho poder adquisitivo. Por ejemplo si un griego cobraba 1.000 euros y se gastaba 100 en gasolina el impacto era del 10% de su sueldo; ahora pasará a cobrar la mitad en new-dracma pero el precio de la gasolina será el mismo; por lo tanto, el impacto será del 20% de su salario.

6.- Repercusiones económicas para España, Europa y el mundo:

Hay dos vías distintas por los que el resto del mundo se verá afectado:

Por una parte, los acreedores no podrán cobrar, algo que manteniéndose dentro de la unión europea ya se antojaba complicado (solo se ponían parches). Por otra parte, es fundamental que la deuda griega, en su mayoría no está en manos privadas, sino en organismos supranacionales (la Troika) que tienen instrumentos para atenuar este impacto, que además es significativamente inferior al del rescate a la banca española cuya devolución también se antoja complicada. En particular España tiene prestados, según estimaciones del Gobierno, 26.000 millones de euros, importe que no puede provocar daño alguno. Desde luego si esta deuda la tuvieran los propios bancos sí sería algo peligroso, pero la Troika se anticipó y los "rescató" anticipadamente.

Por otra, el empobrecimiento de los griegos hará que puedan comprar menos a las empresas exteriores, pero teniendo en cuenta que Grecia es el 2% del PIB de la zona euro, y que en particular, las empresas españolas tienen pocas relaciones comerciales, será un impacto muy limitado.

7.- Bolsas:

Hace ya años que los mercados bursátiles del mundo, en especial de Europa, y más concretamente de los países periféricos, se resienten ante cada mala noticia de Grecia, sin embargo la recuperación siempre ha sido inmediata. Ésta no parece ser una excepción: no hay que olvidar que en bolsa se compran empresas y que las consecuencias para ellas, a excepción de las griegas, serán casi irrelevantes. La parte positiva, es que un final a todo este conflicto, aunque sea tan dramático, elimina el efecto incertidumbre que realmente es lo que penaliza a las bolsas.

8.- Mercado de deuda:

La deuda se encontraba en una burbuja de precios irracional, hasta hace poco había deuda alemana con rentabilidades negativas hasta en emisiones con vencimiento a 7 años; el bono español a 10 años rentaba poco más del 1%, etc€ situación que no tiene sentido ni con tipos de interés al 0,05%. Actualmente la burbuja parece que ha pinchado pero todavía le queda recorrido a la baja; claro está que el impago de deuda ayuda, pero simplemente se trata de volver a la normalidad. El impacto económico de esta subida de tipos para la deuda pública debería haber sido prevista con mucha antelación por los responsables de los distintos departamentos económicos o fiscales.

9.- Imagen de la Unión Europea:

La irreversibilidad de la Unión y la fortaleza de la misma quedan absolutamente en entredicho. Viendo las pocas repercusiones económicas de una salida de Grecia, todo parece indicar que intentar salvar la imagen y no desincentivar a potenciales nuevos socios es el principal motivo por el que la unión ha intentado negociar hasta el último momento.

10.- Oportunidad para Grecia y los griegos

Para acabar, una visión optimista: si Grecia es capaz de hacer esta transición de forma racional, sin conflictos sociales, exigiendo una reestructuración de su sistema fiscal para que el estado pueda recaudar de forma coherente, de su sistema administrativo para que no haya un gasto público excesivo y de su sistema industrial para no vivir únicamente del turismo, la oportunidad de salir de esta crisis en su propia moneda puede ser, no sin muchos sacrificios a corto plazo, una oportunidad que no deben dejar escapar.