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Campo valenciano

Los agricultores valencianos pierden las ayudas por el veto ruso al llegar tarde

La Unió de Llauradors lamenta que la medida solo beneficia a catalanes y aragoneses

Los agricultores valencianos pierden las ayudas por el veto ruso al llegar tarde

Los agricultores valencianos se van a quedar sin las ayudas aprobadas por el Gobierno para paliar las pérdidas por el veto ruso al llegar tarde. El Ministerio de Agricultura ha llegado a un acuerdo con los productores y la industria alimentaria para retirar del mercado 20.000 toneladas de frutas de hueso (melocotones, nectarinas y paraguayos) con el fin de evitar el deplome de los precios por el cierre del mercado ruso. La Unió de Llauradors denunció ayer que la medida solo beneficia a los agricultores catalanes y aragoneses porque los valencianos ya han recogido casi toda la fruta de hueso. «Es la segunda vez que nos quedamos sin ayudas. El año pasado nos ocurrió lo mismo porque se dieron a partir de agosto y en Valencia la fruta se recoge antes», aseguró Ramón Mampel, secretario general de la Unió. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) considera que las ayudas «solo son un parche» y reclama soluciones políticas para que restablezca de una vez el mercado.

La Unió confirmó que el Gobierno está pagando 0,26 euros por kilo de fruta de hueso retirada. La fruta en vez de venderse en el mercado se convierte en zumos que se distribuyen en comedores sociales y otros organismos sin ánimo de lucro. El problema para los agricultores valencianos es que prácticamente ya no queda fruta en el campo. «El Ministerio de Agricultura ha sacado la medida cuando la fruta dulce ya está recogida. En la Comunitat Valenciana las variedades que podían acceder a las ayudas se producen sobre todo en la Ribera y en la Vall d'Albaida. La medida beneficia a Aragón y Cataluña, que todavía tienen cosechas por recoger», insistió Ramón Mampel.

El secretario general de la Unió subrayó que para ayudar realmente a los agricultores el Gobierno debe aprobar subvenciones para abrir nuevos mercados.

José Francisco Sales, representante de los servicios técnicos de AVA-Asaja, lamentó que con el pago de 0,26 euros por kilo ni siquiera se cubren los costes de producción. «Ahora en el mercado se está pagando entre 0,60 y 0,80 céntimos el kilo. Lo que tienen que hacer los políticos es sentarse a negociar y resolver de una vez el problema», reiteró Sales.

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