Buenas noticias para los consumidores. El Sabadell, Bankia y las antiguas cajas de ahorros que forman parte de la red Euro 6000 -como BMN, Ibercaja o Kutxabank, entre otros- han decidido plantar cara a los tres grandes del sector y ultiman un acuerdo para garantizar que ninguna de ellas cobrará a los clientes del resto de entidades por utilizar sus cajeros automáticos. O, en otras palabras, que se desmarcan de la nueva comisión de dos euros que CaixaBank ha empezado a aplicar a los usuarios que sacan dinero de sus terminales sin tener cuenta en la entidad, y a la que el Santander y el BBVA ya han anunciado que se sumarán en los próximos meses.
La decisión resulta especialmente significativa en la Comunitat Valenciana por la fuerte implantación que tienen en la zona las entidades implicadas en las negociaciones. No en vano, Bankia y el Sabadell aún acaparan alrededor de una cuarta parte de todas las sucursales bancarias en la autonomía, con cerca de 860 oficinas entre las dos, según los últimos datos del Instituto Valenciano de Finanzas; y BMN (la antigua Cajamurcia) o Ibercaja también mantienen una presencia más que significativa, con 95 y 62 sucursales, respectivamente.
Si a ello se suma que Cajamar y otras cajas rurales, que no forman parte del posible acuerdo, también han confirmado a este diario su rechazo a cobrar los dos euros, supone que al menos el 54% de los cajeros de la provincia permanecerán libres de la nueva comisión. Eso sí, sus usuarios tendrán que seguir abonando la tasa que ya aplicaba el emisor de su tarjeta por utilizarla en terminales ajenas, que puede oscilar desde los 0,60 euros hasta el 4% de la cantidad retirada, pero al menos no pagarán dos veces por el mismo servicio (los dos euros más la citada tasa de intercambio).
De hecho, el Banco de España ya ha dejado claro que no permitirá este doble cobro y ha instado al sector a llegar a un acuerdo. Un requerimiento al que la Caixa ya ha respondido, señalando que prefiere seguir con el cobro de dos euros a los usuarios y dejar de recibir los pagos de los emisores de las tarjetas.
Batalla comercial
Si el pacto encabezado por el Sabadell y Bankia sale adelante, supondrá un importante revés para los impulsores de la nueva comisión, que justifican su decisión por el gasto que supone el mantenimiento y la renovación de los cajeros, pero a nadie se le escapa que era una forma de sacar partido a su extensa red de oficinas para retener o captar clientes. Sobre todo si el sector en pleno se hubiera sumado a la iniciativa ya que, entonces, las entidades con más sucursales hubieran tenido un nuevo y poderoso argumento de ventas.
Sin embargo, en el resto de entidades no ha sentado nada bien la actitud de los tres grandes. Al unirse, garantizan a sus clientes el acceso a una red de cajeros mayor que la que tienen por sí solos CaixaBank, el BBVA o el Santander, ya que, por ejemplo, en la Comunidad ninguna de estas entidades supera por separado el 15% de la red.
