Mercadona facturó el año pasado algo más de 200 millones a través de las ventas realizadas por Internet. La cifra apenas representa el 1 % de la cifra de negocio de la cadena de supermercados líder en España. La empresa que dirige Juan Roig inició en 2012 su propia plan de transformación digital, que prevé tener completado en 2018. Con esos números es difícil que la decisión del gigante del comercio electrónico Amazon de empezar a comercializar productos de alimentación y de limpieza para el hogar tenga un impacto inmediato en las cuentas de Mercadona. «Para nosotros toda competencia es buena. Pero hay una diferencia, nosotros hacemos compra total con los clientes. Incluir los frescos es importante», señalan desde la enseña valenciana.
Y es que la ausencia de frescos en la oferta de Amazon se perfila como el gran punto débil de su propuesta. La multinacional, que empezó veniendo libros por Internet y ahora ofrece todo tipo de productos, ha limitado a secos y productos de limpieza su cartera por razones logísticas.
Desde Consum señalan que la irrupción de Amazon afectará más a quienes han hecho de Internet una pieza básica de su estrategia y que ese no es su caso. «Nuestro fuerte es la tienda física. No hemos desarrollado hasta ahora negocio 'online' porque apostamos por los frescos de calidad. El cliente necesita ver, oler y tocar lo que compra. Eso no te lo puede dar la tienda 'online'». No obstante, en Consum admiten que están ultimando un programa piloto de compra digital, de momento, «será absolutamente testimonial y paralelo».
Aunque el canal físico sigue siendo el gran demandado por los consumidores, la compra de alimentación a través de la red registra crecimientos constantes que alcanzan el 25 %, según datos de la consultora Nielsen. Se han introducido incluso refrigerados, congelados o charcutería, que crecen más del 12 % en la cesta digital. El perfil del comprador medio es el de un hogar con uno o dos miembros, sin hijos, clase media-alta y con empleo, según recoge Europa Press.
