La economía española sigue siendo ejemplo del éxito de las reformas estructurales, con un crecimiento del 3,1 % esperado para este año, el doble de la media de la zona euro, cuya recuperación es «modesta y desequilibrada», aseguró ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI). En la asamblea anual conjunta del Fondo y el Banco Mundial que comenzó ayer en Lima, la primera que se celebra en Latinoamérica en los últimos 50 años, el FMI ha lanzado un nuevo mensaje a los países de la zona euro «con margen presupuestario», y cita expresamente a Alemania y Holanda, porque «podrían hacer más para impulsar el crecimiento», en concreto con las «necesitadas» inversiones en infraestructura.

En su informe sobre Perspectivas económicas globales, el FMI cita a España junto a Irlanda como una de las noticias más positivas de la economía del euro en los últimos meses, gracias a un notable «impulso de la demanda interna» en ambos casos, que llevarán a una expansión del 3,1 % este año y del 2,5 % en el próximo en el caso de España, y del 4,8 % y del 3,8 %, respectivamente, en el de Irlanda. Estos datos son levemente más cautos que las proyecciones del Gobierno español, que prevé un crecimiento del 3,3 % para este año y del 3 % para 2016.

El Fondo, además, ofrece perspectivas positivas en el ámbito de la tasa de desempleo en España -una de las grandes preocupaciones de la institución financiera internacional-, que finalizará 2015 con una notable caída, hasta el 21,8 %, frente al 24,5 % del pasado año, de acuerdo con sus últimos cálculos.

Thomas Helbling, jefe de la división del Departamento de Investigación del Fondo, explicó que lo que se ha visto en España es «un cambio en la composición del crecimiento» con «una mayor contribución de la demanda doméstica en España y una menor del sector externo». Este factor, agregó, «unido a la mejoría de las condiciones en la zona euro», hacen que España no se haya visto afectada por ahora por la desaceleración brusca de los emergentes, especialmente Latinoamérica con la que mantiene vínculos.

Por su parte, el Fondo sitúa a Italia fuera de la recesión, con un crecimiento del 0,8 % en 2015 y del 1,3 % en 2016, en ambos casos una décima más que lo previsto hace tres meses. Francia también parecer haber afianzado su repunte con un 1,2 % de aumento este año y un 1,5 % previsto para el próximo.

El precio del petróleo

Pese a la mejora de la situación, no obstante, el FMI ha recurrido a sus recientes advertencias, en concreto sobre el descenso del potencial de crecimiento en la zona del euro a medio plazo. Por ello, alerta de que «las brechas de producción todavía son notables» y que la inflación permanecerá «por debajo del objetivo a medio plazo», con solo una tasa del 0,2 % a final de 2015.

Además, remarca que la recuperación que se percibe en la zona euro viene dada en gran medida por los bajos precios del petróleo y la depreciación de la moneda europea, que ha servido para revitalizar las exportaciones.

Una vez más el FMI subraya los efectos positivos del estímulo monetario lanzado por el Banco Central Europeo (BCE), con programa de compra de bonos.