El presidente de la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen), Marcos J. Lacruz, aseguró ayer que la normativa que regula el autoconsumo eléctrico es «un intento desesperado por frenar la libertad de los consumidores de producir su propia energía».

Lacruz se refirió así a la aprobación de esta norma en el Consejo de Ministros del pasado viernes y dijo que lo que debería ser «una buena noticia por tener al fin un marco regulatorio busca sólo beneficiar a las grandes eléctricas». Consideró, a su vez, que el real decreto «contempla una serie de gravámenes que desincentivan la instalación de unidades de autoconsumo, multiplicando hasta por cinco los períodos de retorno de las instalaciones».

Según el portavoz de Avaesen la aprobación de la nueva normativa supone «culpabilizar a los autoconsumidores, a quienes se les reprocha el no contribuir a los costes del sistema». A su juicio, «este decreto va contra lo legislado en cualquier país del mundo y de las directivas de la Unión Europea por la desincentivación del uso de baterías, y por la imposibilidad de compartir instalaciones y de compensar excedentes mediante un balance neto».

En un informe presentado a la consejería de Economía Sostenible en agosto, Avaesen estimaba que una legislación como la que reclama el sector generaría 250 millones de euros de impacto económico anual en la Comunitat Valenciana y cientos de puestos de trabajo. La asociación ha solicitado ya una reunión de urgencia con la administración autonómica y nacional para exponer de nuevo la situación en la que queda el sector energético, y trabajar en las posibles alternativas.