El presidente de Ford Motor Company en Europa, Jim Farley, no ve ninguna sombra sobre el futuro de la planta de motores de la multinacional en Almussafes. Preguntado por la preocupación al respecto de los trabajadores de la factoría, Farley aseguró en primer lugar no tener noticias sobre esta cuestión, pero acto seguido recordó que en la planta hay tres turnos de trabajo y, por tanto, «está muy ocupada y con todo el mundo trabajando muy bien». En relación a los recientes problemas de suministro que han provocado paros puntuales en la producción de Almussafes, Farley afirmó que «la vida no es perfecta», aunque añadió que «las cosas mejoran» y que se mantiene el objetivo de alcanzar las 420.000 unidades fabricadas al año que aportarán los nuevos modelos asignados a la factoría.

El presidente de Ford Motor Company en Europa participó en las jornadas FordStore Weeks, diseñadas por la multinacional para tener un contacto directo con diferentes grupos de clientela: unas para mujeres, otras para familias, jóvenes, clientes premium... La de ayer, en el concesionario Vedat mediterráneo, reunió a un nutrido grupo de mujeres empresarias que pudieron trasladar sus inquietudes a Farley. Una de ellas le preguntó si Ford va a hacer diseños específicos para mujeres y la respuesta del ejecutivo fue que las féminas «son más avanzadas y son más exigentes sobre las características de los coches», pero dejó entrever que no habrá diseños específicos,. que en el pasado tuvieron resultados irregulares. No obstante, aseguró que sí se incorporará su criterio a los modelos, «no por ser mujer, sino por su manera de contemplar el coche».

Farley insistió en varias ocasiones en la trascendencia que el software está teniendo en el presente y futuro de la industria automovilística. De hecho, llegó a decir que el «software está matando al hardware» al responder sobre su opinión respecto de aplicaciones, como Bla Bla Car, para compartir coches. Dijo que es una iniciativa «muy interesante» y anunció que Ford está «haciendo un experimento» sobre este servicio del que no quiso adelantar nada. Según su criterio, la gran revolución en el sector, en contra de lo que creyó en su momento, no está siendo el coche eléctrico, sino la introducción de la tecnología informática en los vehículos. Preguntado a cerca del escándalo de los motores diésel trucados de Volkswagen, Farley defendió la trayectoria de Ford y eludió valorar la actuación del constructor alemán, aunque admitió que la situación «ha impactado en todos nosotros».