Ikea ha cerrado su primer año en Valencia con unas ventas de 108 millones, «por encima de las expectativas». Así lo indicó ayer la sevillana Carmen Spinola, que desde septiembre está al frente de la tienda de Alfafar tras cuatro años en China como jefa de atención al cliente y responsable de formación de jefes de tienda.

La nueva manager aseguró que las previsiones para el ejercicio en curso (de septiembre a agosto) pasan por incrementar las ventas en un 7%. Con poco más de un año de vida ya es la segunda tienda de España en facturación.

En cuanto a los proyectos, Spinola aseguró que la tienda de Alfafar es lo suficientemente grande como para satisfacer los objetivos de los próximos años. No hay planes a la vista de nuevas tiendas en la C. Valenciana ni ampliación de superficie de venta en Alfafar.

Esta tienda se previó con un horizonte de cinco años, con tamaño para cubrir un área de influencia de 45 minutos en coche. Está dentro de los objetivos. Sí que están ampliando el área de transporte para acoger el flujo constante de cliente. En cuanto a la plantilla, a los 400 trabajadores iniciales se han sumado 70 más durante este año. Una plantilla de 470 personas a los que se añaden los 200 empleos indirectos que genera la tienda.

En cuanto a la polémica de los horarios, los responsables de la tienda insistieron en la petición de abrir domingos. «Acataremos la legalidad», dijo Spinola, pero reclama flexibilidad horaria por «vocación emprendedora». De momento, no hay novedades respecto al contencioso administrativo presentado (y admitido a trámite) tras la decisión del ayuntamiento de Alfafar de retirar la petición de zona de gran afluencia para poder abrir domingos y festivos.

Tampoco hay novedad respecto a Ikea Alicante. El proyecto en la zona de Rabasa, de la mano de Enrique Ortiz, sigue bloqueado. La empresa asegura que no tiene plan b: o ahí o no hay Ikea.