Las empresas valencianas cotizadas en los mercados bursátiles no han tenido un bueno año. El ejercicio 2015 se despide con desplomes en todos los valores con presencia en un parqué donde tan sólo Bankia (con sede social en Valencia, aunque operativa en Madrid) pertenece al selectivo Ibex 35. Las mercantiles autóctonas, cuyos recortes se han elevado hasta el 72,4 % en comparación con 2014, han seguido la tendencia a la baja con la que arrancaban la temporada y sostenida durante todo el ejercicio. También el conjunto de sociedades españolas con presencia en el Mercado Continuo concluyeron con fuertes pérdidas. De hecho, el Ibex 35 se despidió en 9.544 puntos, pues representa una caída del 7,15 % y dibuja, tras años en alza, el peor balance desde hace un lustro.
La entidad financiera que preside José Ignacio Goirigolzarri se ha dejado en bolsa un 13,4 % de su valor y ahora la capitalización de Bankia disminuye hasta los 12.370 millones de euros. Con todo, el banco ha registrado unas pérdidas de valor bursátil inferior a la gran banca española.
Sector industrial
Entre las mercantiles del ámbito industrial destaca la debacle de Natra. El grupo de derivados del cacao y chocolate, con fábrica y domicilio social en Quart de Poblet aunque con cuartel general en la capital de España, ha perdido un 50 % de su valor en Bolsa y la capitalización se reduce a 15 millones de euros. Recientemente, esta compañía ha nombrado como consejero delegado al economista y expertos en finanzas Juan Dionis Trénor. El nuevo máximo ejecutivo de Natra deberá liderar el proceso de reestructuración financiera, que se encuentra actualmente en fase de ejecución final.
Tampoco han ido bien la cosas para Coemac (la antigua Uralita), el grupo de materiales de la construcción participado por la familia Serratosa Luján, ahora ya sin la división más rentable de la corporación —Ursa, de aislantes— vendida a KKR. Este fondo de inversión controla el 90 % de Ursa, que preside Javier Serratosa, propietario del grupo Nefinsa y que conserva un 10 % del accionariado. Los títulos de la compañía fabricante de tejas y otros productos, ahora ya si la losa de la deuda, ha perdido un 10,5 % de valor en Bolsa durante este año. Los activos han quedado mermados al desprenderse de su filial con mayor carga de negocio.
En este ámbito de la construcción también sigue a la baja la compañía Cleop. La corporación presidida por Carlos Turró, diversificada en el sector de los servicios, ha superado un concurso de acreedores y mantiene el litigio con Urbem, en manos de la familia Pastor. En pleno proceso de apuesta por el exterior en su negocio de la construcción Cleop ha caído un 45,2 % en Bolsa en comparación con el año anterior.
Mientras tanto, Libertas 7, la empresa patrimonial de la familia Noguera se ha dejado un 6,4 % en el índice de la Bolsa de Valencia. La mercantil gobernada por Agnès Noguera aglutina negocios vinculados con la vivienda. Así, el área inmobiliaria sigue castigado la cuenta de resultados de Libertas 7. El brazo inversor de la familia Noguera redujo los beneficios de una compañía que cuenta con una división para el sector promotor (Ficsa) y participa en Adolfo Domínguez y Prisa.
Clínicas e informáticas
En otro ámbito de actividad económica, Clínica Baviera ha perdido un 35,9 % de su valor , con lo que su capitalización se reduce a 89 millones de euros. La mercantil que preside Eduardo Baviera Sabater, con diez centros propios en la Comunitat Valenciana y con presencia en otras ciudades de España y de Europa, mantiene su plan de expansión en el exterior.
Mientras tanto, la alicantina de software Facephi , que desde julio de 2014 cotiza en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) , tampoco ha tenido un buen ejercicio. Esta entidad ha perdido hasta un 72,4 % de su valor en este parqué dedicado a las pequeñas y medianas empresas. En mayo de 2015 dio marcha atrás en una ampliación de capital de 1,5 millones.
