Enhorabuena. El comercio llevaba muchos años sin alcanzar un acuerdo de este calado.

La verdad es que el Consell Local del Comerç no se había convocado en toda la legislatura. Volver a recomponer el diálogo era muy complicado. Además, el tema de horarios era el primer escollo para poder abordar otras cuestiones.

¿Qué buscaba con esta reducción de cinco a dos zonas?

Queríamos reducir desde un consenso. En realidad queríamos una sola zona, pero también evitar la judiacialización. Si no quedaban todos contentos, las grandes superficies irían a los tribunales y el debate seguiría abierto tres o cuatro años. Al final los consumidores pusieron sobre la mesa dos zonas y pusimos condiciones, como respetar los festivos 19 de marzo y 9 de octubre, que los trabajadores no hicieran tantos festivos, así como no despedir a nadie. Lo metimos en el acuerdo para que los sindicatos puedan seguir trabajando.

Se desprende de esta política una voluntad de cambiar los patrones de consumo.

Yo nunca compro los domingos. Vengo del sector hotelero y antes he trabajado en eventos. No he conocido un domingo libre. Sé lo que es trabajar un domingo y librar lunes. Entiendo que ahora el gobierno debe plantear alternativas los domingos. Estamos cerrando la plaza un domingo al mes. La cultura de la compra no se cambia de un día a otro. Si la gente no tiene alternativa para el domingo entiendo que se vaya a pasear a un centro comercial. Tenemos que dar alternativas, es nuestra responsabilidad. Aquí se ha gobernado de espaldas a la gente. La cultura es importantísima: tenemos que potenciarla.

Algunos operadores han anunciado recurso. ¿Teme que el acuerdo sea un cierre en falso?

Es que podíamos haber ido a juicio también con una zona. He leído que el MN4 también va a protestar. El galimatías es combinar el turismo con las zonas de gran afluencia. Desde la ley de 2004 esto no tiene sentido. Luego el Gobierno del PP lo retuerce porque obliga a Valencia a tener una zona de gran afluencia. Valencia la retuerce más al poner cinco. Y luego el Consell la vuelve a liar más aún. Es un maremágnum de leyes. Ojalá el Gobierno retire la ley de zonas de gran afluencia turística para desvincular el turismo de las compras y quitar la obligatoriedad de tener una zona. Cada ayuntamiento debe estudiar el comercio de su zona. Es un galimatías legal muy complicado de explicar a los trabajadores.

¿Qué plazos maneja? ¿Cuándo estará el nuevo marco horario?

Tenemos los dos conceptos: el centro y la Ciudad de las Ciencias. Ahora estamos con la ley y los técnicos para ver qué zonas entran y cuáles no. Es complejo. También tenemos que justificar el «no» a la apertura del Arena. Queremos todos los informes por escrito. El ayuntamiento ya perdió un juicio donde se habló de arbitrariedad. Vamos a coger la ley estatal y la autonómica y delimitar las zonas.

El Arena argumenta que se deja sin opciones un barrio popular como Orriols.

Ese argumento lo usó el PP en el Consell Local. Hablamos de zona de gran afluencia turística. Volvemos a retorcer la ley. En lugar de eso, vamos a trabajar por fomentar el pequeño comercio en Orriols. Del Arena nos preocupa que se judicialice. Entiendo que tengan que defender lo suyo pero no es una zona turística: no hay plazas hoteleras ni grandes eventos ni cruceros.

Este debate lleva medio año mediatizando la política comercial. ¿Qué retos tiene ahora?

El comercio se ha dividido entre grandes y pequeños, sin conexión entre ellos. Es importante la visión global, que todos hagamos una misma campaña, como en Sant Donís. Hacer «marca Valencia» entre todos. Vamos a crear una comisión de Fallas, para verlo como una posibilidad, no como una molestia.