La planta de Albuixech de fabricación de locomotoras, bogies y tranvías que acaba de adquirir el grupo Stadler Rail a la empresa Vossloh "desempeñará un papel importante" para que la compañía suiza opere en nuevos mercados como España, Francia, África y Latinoamérica.

El propietario de la compañía y presidente del Grupo Stadler Rail, Peter Spuhler, ha visitado hoy la planta de Valencia, donde se ha presentado a sus nuevos empleados, después de dar a conocer en rueda de prensa el proyecto de la empresa y de reunirse por la mañana con el president de la Generalitat, Ximo Puig.

"Valencia es el centro de competencia para el grupo entero para locomotoras y trenes de tranvía y desempeñará un papel importante en cuanto a nuevos mercados que queremos abrir, sobre todo en África, Centroamérica y Sudamérica", ha subrayado Suphler, quien ha incidido en que ve "mucho potencial para generar crecimiento" en otros mercados donde estaba Vossloh y ellos no, como Francia y España.

La alemana Vossloh anunció el pasado noviembre la venta de la factoría de Albuixech por 48 millones de euros y la asunción de la deuda de 124 millones a Stadler, lo que ha supuesto, según ha dicho hoy su presidente, asumir la totalidad de la plantilla de 900 empleados y los proyectos que tenían encargados.

Spuhler ha subrayado la importancia que dan a Valencia porque se ha convertido en la nueva "división España" y ha asegurado que no tienen un objetivo concreto de facturación y que la planta tendrá que asumir nuevas competencias para ser capaz de finalizar el montaje de todos los productos de la empresa y ello "traerá inversiones" en un futuro, aunque no las ha concretado.

"Con la adquisición de Valencia podemos mejorar y fortalecer la posición en los mercados mundiales, no solo en producto sino también en nuevos mercados", ha insistido Spuhler, que ha apuntado que ahora cubren el segmento de locomotoras en el que no estaban y solo están ausentes en trenes de muy alta velocidad y de mercancías.

La compañía, ha dicho, no opera en bolsa, tiene una plantilla de casi 7.000 personas -empezó con 18 en 1989- y una facturación de unos 2.200 millones de francos suizos (unos 2.000 millones de euros).

Ha explicado que tiene "una buena impresión" de la planta de Valencia, que "encaja perfectamente con la gama de productos y el concepto de calidad", lo que considera que llevará a "fusionar sinergias de ambas partes y mercados de uno y otro y eso dará crecimiento".

El presidente de la división España y responsable de la planta de Valencia, Íñigo Parra, ha explicado que Valencia tiene carga de trabajo "para dos años" con los pedidos actuales y una facturación prevista para 2016 de cerca de 200 millones de euros.

"Los productos son locomotoras y tranvías pero también se añaden el resto de productos Stadler, así que para los mercados asignados tendremos esa capacidad y esa es la línea de crecimiento", ha indicado y ha incidido como el presidente en que "cada planta debe ser capaz de vender de todo".

Spuhler ha asegurado que la política del grupo es la de crear alrededor de sus plantas una industria de proveedores locales, aunque ha advertido de que hay algunos componentes que solo se consiguen en el mercado internacional.

Preguntado por si en la compraventa se preveían indemnizaciones en el caso de que algún contrato se truncara, ha asegurado que cuando haces una adquisición "tienes que están dispuesto a asumir riesgos" y ha indicado que "prevé responsabilidades de Vossloh hasta cierto importe", algo normal en compraventas internacionales.

Ha desgranado la evolución del negocio del Grupo y de venta de sus productos y ha explicado que tras el tren cremallera que construyeron para Montserrat, la compañía tiene su segundo pedido en España: dos trenes locomotoras para la Generalitat de Cataluña.

Tras la presentación del proyecto, el nuevo propietario de la planta de Albuixech ha visitado las instalaciones y ha dado la bienvenida a los 900 empleados de Valencia, a quienes ha dicho que se siente "orgulloso" de incorporar "un equipo tan potente".