El neozelandés Grupo Compac, especializado en la fabricación de maquinaria hortofrutícola, ha invertido más de dos millones de euros en sus nuevas instalaciones en Valencia, que le servirán como base de operaciones para el resto de Europa, Oriente Medio y norte de África, según explicó a este diario su director financiero, Jorge Gil. La empresa era productora de calibradores para almacenes de frutas y hortalizas, pero no tenía desarrollada la maquinaria periférica, como lavadoras, secadoras y paletizadoras.
Esa parte complementaria era la que fabricaba la valenciana Fomesa. En 2013, Compac inició contactos con esta última y en marzo de 2014 le compró una parte de sus actividades, precisamente aquellas de las que carecía el grupo de Nueva Zelanda. Durante un tiempo, compartió instalaciones con Fomesa frente a l'Oceanogràfic de Valencia a la espera de contar con su nueva factoría, la que inauguró el pasado día 9 en presencia del presidente de la Cámara de Valencia, José Vicente Morata, y del director general de Economía de la Generalitat, Francisco Álvarez. La inversión incluye la compra de una nave y de nueva maquinaria y la reforma del recinto.
Internacionalización
La compañía —su denominación en Valencia es Compac Europe Solutions S.L.U.— cierra su ejercicio en junio y prevé alcanzar los nueve millones de facturación. Para el ejercicio siguiente, el pronóstico apunta a entre 10 y 12 millones. La empresa, según explicó su director financiero, cumplirá con estos objetivos gracias, entre otros motivos, a su expansión fuera de España.
Ya ha abierto una delegación comercial en Italia y se dispone a hacer lo mismo en Francia y Gran Bretaña, pero, además, alguna maquinaria producida en Valencia se vende fuera de los mercados de alcance de la compañía, que inició su presencia en la autonomía con 23 trabajadores y ya ha ampliado su plantilla hasta las 85 personas.
