El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunitat Valenciana reconoce el trabajo a destajo y las contrataciones por obra o servicios —realizadas sobre todo a través de empresas de trabajo temporal (ETT)— en el sector de recolección de cítricos de la Comunitat Valenciana. La administración judicial acaba de desestimar la demanda formulada por Comisiones Obreras tras la aprobación del convenio colectivo de los «collidors», acuerdo laboral que define las relaciones laborales de unos 70.000 trabajadores de la Comunitat Valenciana aprobado en 2015 y con vigencia hasta agosto de 2018.
El TSJ sostiene, en sus fundamentos de derecho, que la tabla de rendimientos pactados en el sector citrícola (Comité de Gestión, cooperativas y UGT, no así Comisiones), «ni infringe el artículo 14 de la Constitución no el 17.1 del Estatuto de los Trabajadores, toda vez que los rendimientos mínimos que fija en función de una jornada de 5 horas o de 6 horas, lo son a efectos del devengo del salario a jornal íntegro (...) sin que en ningún caso puede ser inferior al Salario Mínimo Interprofesional». En ese sentido, el TSJ considera que la actividad a destajo (es decir, cobrar por cantidad de cosecha recolectada) «no se puede considerar, sin más, abusiva».
Rendimientos mínimos
La supresión del trabajo a destaco y de los contratos por obra y servicio, según la central sindical que no ha firmado el acuerdo, beneficiarían a los trabajadores ya que mejorarían las nóminas y se apostaría por la contratación de personal fijo-discontinuo. Comisiones considera que «los rendimientos mínimos pactados para el salario a jornal son abusivos porque se aproximan a una actividad muy cercana a destajo [que se paga en función de la producción lograda]».
Para obtener 50,7 euros al día un trabajador a destajo debe recolectar 480 kilogramos de mandarinas, o bien 772 Kg. de naranjas. Por otro lado, la central sindical demandante destacaba las posibles irregularidades en la interpretaciones de los contratos de obra y servicio de los almacenes citrícolas, que en su mayoría gestionada a través de ETT, en lugar de optar por la citada contratación de personal fijo-discontinuo.
Inspecciones de Trabajo
Mientras tanto, la Dirección General de Trabajo advirtió recientemente que la Inspección mantiene abierta una investigación que se centra en especial en 11 empresas citrícolas por llevar a cabo posibles prácticas irregulares en sus centros de trabajo. Según las autoridades laborales, se calcula que el 95% de los contratos eran fraudulentos y cuatro de estas empresas fueron multadas. Entre las cuatro acumulan cerca de 400.000 euros en sanciones.
