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Cierre

Cerca de 300 oficinas bancarias cerrarán en la C. Valenciana en los próximos dos años

La nueva reestructuración del sistema financiero español provocará un descenso del 10 % en las 3.100 sucursales existentes

La reestructuración bancaria no cesa. La cada vez menor rentabilidad financiera con los tipos de interés en el cero por ciento, las dudas sobre el crecimiento económico y la penetración imparable de la banca on line abocan al sector a una nueva dieta de adelgazamiento que tendrá en las oficinas y los empleados a los principales damnificados. En un reciente informe en la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), el economista valenciano Santiago Carbó auguraba que en el horizonte de 2019 el número de sucursales bancarias españolas pasará de las 31.176 de septiembre del año pasado a unas 28.000, lo que implica una reducción del 10 % del total.

El director adjunto del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), Joaquín Maudos, considera que ese porcentaje es aplicable a la Comunitat Valenciana, donde en el citado mes del año pasado había 3.124 sucursales. Eso quiere decir que, en un plazo de tres años, cerrarán alrededor de 300 oficinas en la autonomía. Para entonces quedarían unos 2.800 establecimientos, cerca de la mitad de los 5.061 que había a finales de 2008, antes de la que la crisis se llevara por delante a la mayor parte del sistema financiero autóctono.

Pilar Valldecabres, dirigente de la federación de servicios financieros de UGT, aseguró ayer a este diario que, dado que de media cada establecimiento financiero tiene entre tres y cuatro trabajadores, el mencionado cierre de oficinas implicará la pérdida de entre 900 y 1.200 puestos de trabajo.

Maudos recuerda que durante la crisis se ha recortado el número de oficinas en España en un 33 % pero que el país, pese a todo, sigue siendo el segundo de la UE con más establecimientos por habitante. En su opinión, con los tipos de interés en el cero, «la única vía» de mejorar la rentabilidad bancaria pasa por «recortar costes y eso se hace a través de oficinas». Para Maudos, los ajustes no serán extensivos a todo el sector, porque hay entidades, como Bankia o el Sabadell, herederas de Bancaja y la CAM, respectivamente, que ya han hecho la gran reconversión. Sin embargo, los grandes bancos del país, como Santander, BBVA o CaixaBank, y otros de menor tamaño, como BMN, Liberbank o Ibercaja tendrán que reducir su red, según el también catedrático de Análisis Económico de la Universitat de València.

Santander y BBVA

El Santander ya ha anunciado el cierre de 450 sucursales. El BBVA ha asegurado que a largo plazo le sobrarán 2.800 de sus 3.800 locales en España, aunque Valldecabres cree que esa reestructuración se adelantará. Según su criterio, el sector está preparando ya otro tipo de banca «que no es la tradicional y eso lógicamente afectará a las oficinas». A este respecto, Joaquín Maudos apunta que el pronóstico de 3.000 cierres en España es a corto plazo, porque a medio y largo «será muy superior» por la extensión de la banca on line.

Y no hay que olvidar que crecen las presiones para que la banca española, ya muy mermada en número por la crisis, que casi liquidó a las cajas de ahorros, entre en un nuevo proceso de concentración para generar sinergias y ahorrar costes en un escenario muy duro por la falta de rentabilidad.

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