La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) tendrá que aportar de sus fondos propios 4 millones de euros para obras de mejora de la obsoleta línea ferroviaria Sagunt-Teruel-Zaragoza dado el abandono inversor del ente público Adif „Ministerio de Fomento„ y las necesidades que tiene el recinto del Grao de impulsar el transporte de mercancías por el eje Cantábrico, clave para las fabricas del automóvil como Opel-Figueruelas y Ford-Almussafes.
El presidente de la APV, Aurelio Martínez, aseguró ayer que esta primera fase de mejora de la infraestructura ferroviaria servirá para mejorar el sistema de comunicaciones y para la la ampliación de vías en apartaderos de 600 metros en cinco estaciones de está línea (que en el futuro deberán crecer hasta los 750 metros). Con todo, la inversión global requerida para hacer eficiente esta vía asciende a unos 40 millones, según los empresarios.
De estas estaciones, dos están en la C. Valenciana „Masadas Blancas y Segorbe„, y tres en Aragón „Cariñena, Ferreruela y Sarrión„. Así, llama la atención que la estación de Cariñena esté a más de 240 kilómetros del puerto de Sagunt. En ese sentido, el secretario autonómico de la Conselleria de Vivienda, Josep Vicent Boira, a la sazón consejero de la APV, lamenta el «ninguneo» de Fomento.
Por otro lado, la APV que quiere impulsar el turismo de cruceros, invertirá 8 millones en una primera fase de construcción de la nueva terminal ubicada en la macroampiación norte. Podrá atender a buques con capacidad de entre 3.000-4.000 pasajeros y su operatividad está prevista para 2018. La APV, que podría explotar esta terminal a través de una concesión, no ha encontrado inversores privados para acometer estas obras.
Subasta del yate de lujo
La macroampliación norte también contará con una base de contenedores vacíos, con capacidad para 62.205 TEU. El grupo que lidera Trans-Base Soler tiene previsto invertir 3,3 millones en la pavimentación de un muelle y maquinaria. Este espacio será clave para atender las necesidad de espacio de la terminal de TCV.
La APV buscará en ferias especializadas posibles compradores para el yate de lujo Valenciaport, cuya subasta pública por 1,9 millones de euros quedó desierta.
