El verano va a ser largo para el comercio, pendiente del debate de la apertura en festivos. La Conselleria de Economía, que continúa a la espera de que la Abogacía explique cómo tiene que reconducirse el procedimiento de declaración de zonas de gran afluencia turística de Valencia, comienza a manejar unos plazos que podrían mantener el conflicto vivo todo el verano.

«Entre dos y tres meses» es el tiempo que creen en el equipo de Rafa Climent que puede tardarse en solventar los errores de procedimiento y volver a las dos zonas de libertad horaria, la del centro de la ciudad y el entorno de Cacsa.

La hoja de ruta pasa, en primer lugar, por recibir el dictamen de la Abogacía que especifique cómo dar audiencia previa a los afectados, como el centro comercial Arena. Economía entiende que es efectivamente la conselleria la que debe dar el trámite de audiencia, y que el expediente elaborado por el Ayuntamiento de Valencia es correcto.

El problema es que el número de afectados es desconocido. Puede serlo cualquier comercio de más de 300 metros cuadrados que esté en las zonas que perdieron su condición de gran afluencia turística, como pasa en el entorno del estadio del Levante UD; Campanar, el área de Nuevo Centro y avenida Corts Valencianes.

DOCV y 20 días de alegaciones

Para convocar a cualquier afectado que quiera reclamar, la conselleria hará anuncio público en el DOCV y abrirá un periodo de alegaciones de 20 días. Dichas alegaciones deberán ser resueltas, de nuevo un tiempo indeterminado que dependerá de cuándo y cuántas se presenten. Finalmente, habrá que dar traslado al ayuntamiento para que conozca y responda a dichas alegaciones. Un proceso que, a tenor de la cantidad de recurrentes y la cercanía de agosto, podría alargarse hasta después del verano. La conselleria acelera para resolverlo todo antes de que termine julio.

Por otro lado, Climent retomó ayer el discurso de una «solución global, consensuada y permanente» para toda la C. Valenciana, menos las ciudades que como Valencia tienen su propio régimen y que la conselleria respalda. Esa propuesta se basaría en la «estacionalidad», es decir, en concentrar las aperturas no en función del territorio sino en las épocas «donde más se compra y se vende». La conselleria pretende dar algunos días más de libertad de los actuales diez aperturables para desincentivar la declaración de nuevas ZGAT, que se extiende ya por más de 60 ciudades.