El defecto de forma cometido por el ayuntamiento y la Conselleria de Economía al no dar audiencia previa a los afectados por la declaración de las dos zonas de gran afluencia turística (ZGAT) en el centro y Ciutat de les Arts, no es exclusivo de esta administración. El PP tampoco dio audiencia previa al comercio en 2013, cuando definió cinco zonas de libertad horaria en Valencia. Y eso puede salvar ahora a Economía del atasco jurídico en que se ha metido.
El embrollo es de tal calibre que la conselleria lleva semanas diciendo cómo vuelve a declarar dos zonas de libre apertura en festivos sin meter la pata. La Abogacía exige dos requisitos: el primero, dar audiencia a los interesados; el segundo, acreditar la desaparición de las circunstancias que fundamentaron la declaración de las cinco ZGAT. Y esto último parece una tarea casi imposible. Las condiciones no han cambiado sustancialmente en cuanto a afluencia de turistas, plazas hoteleras o monumentos. Quizá en el caso de la zgat del estadio del Levante UD, donde, como ya publicó este diario, la conselleria entiende que hay un cambio de escenario por el descenso a Segunda del club de fútbol.
Ante esa situación de bloqueo, ese mismo informe de la Abogacía ofrece sin embargo una vía de escape a la conselleria. Si en la declaración de una zgat «se incurrió en alguno de los defectos que hacen que un acto sea nulo o anulable, debería tramitarse un procedimiento de revisión de oficio». Es decir, que la falta de audiencia previa por parte del PP al diseñar el mapa de libertad horaria en 2013, puede convertirse ahora en el plan B para revertir cinco zonas que hoy por hoy parecen blindadas, explican a Levante-EMV fuentes de la Abogacía.
Esta parece en estos momentos la principal baza de Ribó y Climent para restringir de nuevo la libertad horaria: hacer tabla rasa anulando las cinco zonas de nuevo en vigor alegando la falta de audiencia previa; y rehacer de nuevo, correctamente, las dos áreas de libertad horaria pactadas con el sector.
