El puerto de Valencia está sufriendo desde hace varios días retenciones de buques y desvío de mercancías a otros destinos por la falta de estibadores para descargarlas. El 46 % de la plantilla está de vacaciones o de día de descanso lo que ha provocado una caída de la actividad, según varias fuentes del recinto portuario. La caída de producción podría afectar ya al 25 % del tráfico y hoy alcanzar al 30 %, con el correspondiente perjuicio para la economía valenciana.

Esta falta de estibadores se produce tras la fallida negociación entre la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM) y la sociedad de Estiba y Desestiba del Puerto de Valencia (Sevasa) por el convenio laboral, el marco legal que debería dotar de los trabajadores suficientes para dar servicio a todos los buques que pretenden entrar al puerto. Probablemente hoy se produzca una reunión entre las dos partes.

Sevasa explicó que ya existe un acuerdo en torno a más del 90% del contenido del convenio, a excepción de las áreas que determinan qué empresas y trabajadores y qué actividades están reguladas. Las posiciones más encontradas entre los trabajadores y las empresas son con Noatum.

«La empresa ha hecho todos los esfuerzos posibles al aceptar prácticamente la totalidad de las solicitudes que la parte social ha querido integrar en el nuevo convenio: cumplimiento de jornada, condiciones económicas, revisión salarial o medidas de salud laboral», lamentan desde Sevasa.

El origen del desacuerdo en las negociaciones, en las que trabajan desde hace tres meses, se encuentra en la Ley de Puertos del Estado y Marina Mercante, que, según explican desde Sevasa, no reconoce las actividades complementarias como tareas portuarias, mientras que los sindicatos piden que el convenio sí las cubra.

«Las empresas estaríamos incurriendo en una práctica no contemplada por la legislación y la reciente sentencia de Europa», advirtieron desde la entidad que agrupa a las empresas de estiba. Desde Sevasa tildan de «injusto» que los trabajadores condicionen «la apertura de la bolsa de trabajo, y la consiguiente creación de 300 empleos durante el verano si se hubiera firmado el convenio».