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Fallo

Una sentencia de la UE pone en jaque las concesiones a los puertos deportivos

El fallo estipula que las prórrogas de las actividades del litoral como las de los clubs náuticos contravienen el derecho comunitario por falta de competencia

Una sentencia de la UE pone en jaque las concesiones a los puertos deportivos

Más combustible para el debate de los puertos deportivos valencianos, escenario del conflicto que mantienen los clubs náuticos con la Generalitat desde hace años por la renovación de las concesiones para el uso del dominio público. Una sentencia del Tribunal de la Unión Europea acaba de fallar que las prórrogas automáticas en las actividades del litoral no se ajustan al derecho europeo al no asegurar la libre competencia.

La sentencia, del pasado 14 de julio, apela al artículo 12 de la directiva europea de 2006: «La concesión de autorizaciones, cuando su número esté limitado debido a la escasez de recursos naturales, debe someterse a un procedimiento de selección entre los candidatos potenciales que debe ofrecer todas las garantías de imparcialidad y de transparencia, en particular la de una publicidad adecuada».

Además, el texto de la Unión Europea adelantado ayer por El Confidencial, «una prórroga ex lege de la fecha de vencimiento de las autorizaciones equivale a una renovación automática de estas, expresamente prohibida» por la directiva europea. Esas prórrogas «impide organizar un procedimiento de selección».

La sentencia europea surge a raíz de un conflicto en Italia por una concesión para uso turístico-recreativo en un lago en el norte de Italia. De alguna forma, va en la línea de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de finales de 2014 contra el blindaje de la estiba en los puertos.

Sin embargo, el texto entra de lleno en un debate con mucho impacto en la Comunitat Valenciana, aunque en esta ocasión se refiere a los usos recreativos del dominio público marítimo. Las dársenas valencianas acaban de vivir un primer round en la disputa para liberalizar los puertos deportivos.

El Consell bipartito PSPV-Compromís quiso sacar a concurso la gestión de los cerca de cuarenta puertos deportivos de competencia autonómico (entre los que no están los más grandes, que son estatales).

Una docena de esos puertos tiene su concesión vencida, algunas con más de una década. Cullera, El Perelló, Vinarós, Les Basetes, Costa Blanca, Torre de la Horadada, Torrevieja y Dehesa de Campoamor eran algunos de los afectados. Según defendían los clubs, entidades sin ánimo de lucro, tanto la Ley de Puertos de la Comunitat Valenciana como la Ley de Puertos del Estado respaldan la tesis de los clubs.

La Conselleria de Territorio, que heredaba este conflicto de la época del PP, tomó finalmente una decisión salomónica que satisfizo a la Asociación de Clubs Náuticos: sacar a concurso la renovación de estos permisos, de modo que solo puedan presentarse entidades deportivas. Eso aleja de los puertos deportivos „y de un negocio multimillonario„ a las empresas especializadas en gestión de marinas.

El debate, con todo, puede mantenerse vivo por el conflictos con la normativa europea.

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