La startup Hoursers, dedicada a la compra de vivienda a través de aportaciones de múltiples inversores, ha reunido en un año 7,7 millones de euros con los que ha adquirido 38 casas. La plataforma de inversión „fundada hace un año por el valenciano Tono Brusola y el madrileño Álvaro Luna„ cuenta con 690 inversores en la Comunitat Valenciana y 7.000 a nivel estatal. Los responsables de la compañía aseguran que están logrando una revalorización media de los activos inmobiliarios adquiridos de alrededor del 17,68 %.
La compañía ha comprado cinco inmuebles en la ciudad de Valencia mediante el sistema de financiación colectiva (crowfunding), que están situados en las calle Troya, Convento de Jerusalén, Turia y Xàtiva. La compañía también ha adquirido 28 viviendas en Madrid y cinco en Barcelona.
El 45 % de los inversores diversifican su capital en varios proyectos inmobiliarios de la plataforma. Los usuarios se convierten en propietarios de los inmuebles ante notario. En cada inmueble adquirido están participando una media de 232 personas. Además, la startup está consiguiendo una rentabilidad bruta anual del 6,83 % así como una rentabilidad neta anual del 3,35 %.
Housers tiene previsto alcanzar entre 90 y 110 inmuebles hasta final de año preferentemente situados en Madrid, Barcelona y Valencia, y lograr 25 millones de financiación a través de aportaciones basadas en el modelo de crowfunding.
Desde sus inicios, la plataforma reparte dividendos de cada proyecto inmobiliario adquirido. Los usuarios pueden operar libremente a través de cuentas segregadas gracias a un acuerdo con una entidad de pagos independiente autorizada por el Banco de España. Por otro lado, para cada proyecto se crea una sociedad limitada independiente para disminuir el riesgo de la inversión.
Housers tiene previsto diversificar sus proyectos. La compañía quiere financiar la contrucción de edificios para su posterior alquiler o venta, y adquirir oficinas para obtener ingresos con las rentas. Además, pretender abrir una partida monetaria interna destinada a apoyar los proyectos que lo necesiten, dotando así de una mayor seguridad a sus inversores. La idea es similar al fondo de garantía de depósitos que tienen los bancos. La startup también busca posicionar su plataforma en Europa para atraer inversores extranjeros.
La empresa emergente ya dispone de 21 trabajadores repartidos en seis departamentos entre los que destaca el área inmobiliaria con arquitectos, analistas de riesgo, fiscalistas y expertos en derecho inmobiliario.
