La Inspección de Trabajo en las tres provincias valencianas se encuentra en plena campaña para detectar y erradicar la precariedad y explotación laboral de las camareras de piso de los hoteles, en la que será una campaña histórica para el turismo en la Comunitat Valenciana. La Dirección General de Trabajo y Bienestar Laboral se encuentra en estos momentos abriendo expedientes e imponiendo graves sanciones y elevadas multas a las empresas hoteleras que vía la subcontratación de terceras sociedades están vulnerando los derechos laborales de estos trabajadores. El perjuicio supone en la mayoría de casos una pérdida de la masa salarial de más de 300 euros, un verdadero drama para personas con salarios que no alcanzan los 1.000 euros mensuales.

Los sindicatos llevan meses denunciando la situación de las camareras de piso que, como en otros sectores, se han visto afectados por la precarización salarial y de las condiciones laborales encubierta en la subcontratación de terceras empresas. La picaresca que utilizan los empleadores, según varios expedientes de la inspección a los que ha tenido acceso este periódico, radica en que las compañías contratadas por el hotel abonan los sueldos según el convenio que tiene la sociedad y no por el que regula a los trabajadores de hoteles, que fija un sueldo de unos 1.300 euros al mes en esta categoría.

La directora general de Trabajo y Bienestar Laboral, Cristina Moreno, defiende la actuación de los inspectores porque las vulneraciones de los derechos laborales son «flagrantes». «Debe haber una convivencia entre el derecho a la libertad de empresa y los derechos sociales, y el primero no puede pisotear al segundo», argumenta la alto cargo del Consell, quien alerta de que las sanciones pueden ser muy elevadas y que en los últimos meses han abierto una gran cantidad de expedientes. Aunque muchas empresas están recurriendo a la justicia para evitar estas multas, ya que consideran que la subcontratación está amparada por la ley.

Y es ahí donde se ha generado el conflicto entre los trabajadores y las empresas. Las camareras de piso deberían cobrar según el convenio colectivo propio o, en su defecto, en el convenio de trabajo del sector de tintorerías y lavanderías. La diferencia con el contrato que les realizan las subcontratas es de más de 300 euros al mes, ya que se les enmarca en el convenio de ayudantes de despacho, donde el salario es de 1.001,3 euros brutos „menos de 800 euros netos al mes„. La limpieza y preparación de cada habitación no le sale ni a 1,5 euros en jornadas que, en días de mucha ocupación, supera las diez horas.

Los inspectores consideran que esta práctica es una «cesión ilegal de trabajadores», mientras que las empresas hoteleras que han sido descubiertas realizando estas prácticas mantienen que la subcontratación es un «externalización de servicios o una descentralización productiva legítima». Cadenas hoteleras como NH han llevado las sanciones de la Inspección de Trabajo a los juzgados.

La Federación Hotelera de la Comunitat Valenciana ha llamado a sus asociados a cumplir los convenios colectivos, aunque se subcontrate a empresas si no se quiere consolidar plantillas propias. Los sindicatos también están presentando denuncias.