La apuesta por España de inversores y fondos internacionales impulsa el sector inmobiliario mientras las empresas reflejan síntomas claros de recuperación. En la actualidad, el ámbito de la promoción ya refleja niveles de récord y hace renacer el negocio de compañías señeras en otros tiempos como Quabit, la heredera de la extinta Astroc fundada por el inversor valenciano Enrique Bañuelos de Castro.

Durante los próximos cinco años Quabit prevé la entrega de más de 3.000 viviendas nuevas y conseguir una facturación de algo más de 950 millones de euros. Además, el plan de negocio contempla la venta de 300 casas durante este ejercicio. La firma que ahora preside Félix Abánades ha puesto en marcha su plan de inversiones y ha adquirido suelos en Boadilla del Monte (Madrid) y en Guadalajara, además de retomar la actividad inversora con el lanzamiento comercial de cinco nuevas promociones en la Comunitat Valenciana, Castilla-La Mancha y Madrid, donde posee la mayor cartera de suelo: unos 600.000 metros cuadrados, de los que un 58 % está en planeamiento y urbanizado, un 12 % posee la calificación de rústico y un 30 %, finalista.

Áreas de expansión

Durante los próximos cinco años se pretende realizar inversiones en suelos urbanos ubicados en Madrid, Barcelona, Valencia, Costa del Sol y en otras zonas con alto potencial de demanda, así como comenzar de inmediato su promoción y comercialización.

Quabit ha retomado la actividad promotora y tiene previsto poner en el mercado más de 300 viviendas nuevas durante el año 2016. «La sociedad está realizando el lanzamiento comercial de cinco nuevas promociones, en diversas ubicaciones del territorio español, de todas las tipologías residenciales, y con una amplia gama de precios, que se están desarrollando tanto en suelos existentes en cartera a 31 de diciembre de 2015 como en suelos que se han incorporado a la misma durante el año 2016», asegura en su informe remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)

La firma que controla Abánades, cotizada en Bolsa, asegura que los resultados negativos del primer semestre de 2016 [3,3 millones en pérdidas] «se sitúan» dentro de lo previsto en el plan de negocio de la firma. «Al analizar estos resultados debe tenerse en consideración que tanto la generación de facturación como la obtención del resultado se irá produciendo gradualmente, dado que la cifra de negocio vendrá dada por la entrega de viviendas, lo que requiere de un periodo de entre dos y tres años desde que el suelo está disponible para el inicio del proyecto», agregan el informe de la empresa.

Quabit quiere retomar el PAI de la costa de Alboraia, por el que reclama 23,4 millones de euros al ayuntamiento del citado municipio tras paralizar esta actuación urbanística. «En los primeros años del plan será posible obtener beneficios por las quitas de deuda y la paulatina activación de créditos fiscales. El grupo tiene acordadas condiciones de pago de su deuda que permitirán registrar en el futuro beneficios procedentes de quitas de deuda por importe de 55 millones de euros y tiene créditos fiscales no registrados en balance por importe de 183 millones de euros», asegura la firma. La mercantil está controlada por Félix Abánades-Rayet (20,5 %), Sareb (7,7 %), el fondo norteamericano KKR (5,4 %) y la sociedad valenciana Martibalsa (3,3 %). El grupo empresarial Rayet, primer accionista de Quabit, levantó su concurso de acreedores en enero de 2016.

Cartera de suelo

La sociedad promotora cuenta con 171.137 metros cuadrados en su cartera de suelo en la Comunitat Valenciana. En Cataluña cuenta con 145.906 metros y 202.557 en Castilla-La Mancha. Quabit ha logrado resistir todos estos años de grave crisis en el sector después de acometer procesos de duros ajustes, reduciendo su plantilla y los costes de estructura en más de un 90 %. Ha fusionando 19 compañías. Su deuda total asciende a 216,8 millones de euros.