La cadena de electrodomésticos Miró ha planteado al comité de empresa de la sociedad un despido de toda la plantilla si no puede vender alguna de sus tiendas o su sede central. La empresa catalana está en concurso de acreedores y dispone de seis tiendas en la Comunitat Valenciana, una en Xàtiva, otra en Alicante, una tercera en Elx, dos en Torrevieja y la última en Vinaròs. La compañía ya había planteado un ERE del 25 por ciento de los trabajadores en abril, aunque la situación financiera se ha agravado en las últimas semanas.

La dirección de la empresa ha presentado ante el Juzgado Mercantil número 3 de Barcelona un procedimiento de despido colectivo y lo justifica en causas económicas, según la carta entregada al comité de empresa a la que ha tenido acceso este periódico. En total serán 339 empleados en toda España que pasen a engordar las listas del paro.

Eso sí, si la empresa, propiedad del fondo de capital riesgo Springwater, no consigue vender las tiendas o la sede central. La carta reza que «si bien el procedimiento afecta a todos los trabajadores de la empresa, durante el proceso de tramitación del despido colectivo se espera poder alcanzar acuerdos con terceros que permitan que parte de las tiendas puedan ser adquiridas por dichos terceros con la posibilidad de que parte de sus empleados puedan verse desafectados del despido colectivo al ser traspasado su contrato de trabajo a dichos terceros».

La dirección de la empresa ha convocado a una reunión el próximo 8 de septiembre para negociar con los representantes sindicales las condiciones de los despidos, según adelantó ayer Economía Digital.

El fondo suizo Springwater Capital adquirió Miró en noviembre de 2014, cuando la compañía se encontraba en concurso de acreedores, situación en la que todavía continúa. En los últimos meses se ha reposicionado la marca, se han establecido relaciones a largo plazo con los proveedores y se ha reforzado la estructura financiera con una ampliación de capital de 2,2 millones de euros, pero no ha sido suficiente para conseguir los niveles de rentabilidad necesarios en un 25 % de sus establecimientos.

Tras adquirir Miró, los planes de Springwater Capital pasaban por invertir 23 millones de euros en la renovación de su imagen, la reubicación de algunos de sus establecimientos y la apertura de nuevos puntos de venta, hasta alcanzar las 100 tiendas a finales de 2016, con lo que también se preveía generar 300 nuevos empleos.

Miró cerró el ejercicio 2015 con un volumen de negocio de 100 millones de euros y con una red integrada por 65 puntos de venta físicos repartidos entre Cataluña „con más de 40„, la Comunitat Valenciana (seis), Baleares, Castilla-La Mancha, Madrid, Soria y Barakaldo, además de su tienda online.

Miró ha intentado una alianza comercial con Worten pero las negociaciones no han llevado a buen puerto.