La remodelación de gran calado que ha puesto en marcha el «carnicero» de Mercadona, Martínez Loriente, que ha traspasado el negocio a los también especialistas del sector Incarlopsa, Elaborados Cárnicos Medina y Frescos Delisano, forma parte de los planes de la compañía presidida por Juan Roig en su intento por disponer de los mejores especialistas en productos frescos. La mercantil sigue adelante con su modelo bautizado como «Caspopdona» [Cadena alimentaria sostenible], consistente en un control de los proveedores desde el principio de la actividad agrícola, ganadera o pesquera hasta la elaboración y el desarrollo industrial y posterior venta al público en sus tiendas.

Esta estrategia ha llevado a la mayor compañía valenciana a vivir una verdadera revolución en los últimos tres años, de 2012 a 2015 „y sigue en 2016„ . Según las memorias anuales de 2012 y 2015 consultadas y comparadas por Levante-EMV, Mercadona ha incorporado 25 nuevos interproveedores (un proveedor fijo con contrato a un canal de distribución) en tres ejercicios y ha prescindido de nueve, que no siempre han desaparecido de los lineales puesto que han seguido como proveedor convencional pero sin la estrecha relación anterior. Las entradas y las salidas son, la mayoría, de productos frescos, que es donde la empresa que preside Juan Roig más movimientos estratégicos ha realizado para mantener el liderazgo en España.

El dueño de la cadena líder de la distribución comercial en España reconoció hace tres años que «nos iba tan bien que decidimos hacer las ruedas cuadradas y vender el producto fresco como si fuera seco, todo empaquetado. Y nos equivocamos». Desde 2013, Mercadona apuesta por el producto fresco en la sección de pescado, así como en la de panadería. Dos medidas que han sido un éxito rotundo y que, en el caso de los productos marinos, les ha acercado a sectores tradicionales de la economía valenciana como las lonjas de pescadores.

Roig quiere que el producto esté fresco en el más amplio sentido de la palabra: del mar o el campo directamente al supermercado, sin pasar por los centros logísticos. La compañía ha invertido 15 millones de euros para formar a 21.000 personas en lo que él mismo define como «formar tenderos».

La operación de la entrada de pescado fresco de lonja en 2013 fue un hito y ello ha favorecido la incorporación de casi una decena de interproveedores de productos del mar. Poco antes, había comenzado el desenganche de Grupo Sada, interproveedor de pollos y que ha favorecido la entrada de Avinatur, una empresa creada en 2013 y que en 2015 ya facturó 157 millones. Tiene capacidad para producir 650.000 pollos a la semana.

Otro desenganche importante fue el de la alicantina Bonnysa. Durante su etapa como interproveedor de Mercadona esta corporación hortofrutícola llegó a facturar 176 millones de euros (campaña 2012/2013) y contaba con una plantilla de 3.000 trabajadores en toda España. Tras ese gran ejercicio y su salida, la empresa de Mutxamel tuvo que optar por la internacionalización y sus acreedores por la venta de inmuebles.